La Catedral de Santiago de Compostela vuelve a ser víctima de pintadas. Aunque en esta ocasión los daños son menores y las marcas pueden pasar desapercibidas para muchos visitantes, lo cierto es que varios garabatos aparecieron en una esquina de la fachada del templo en la Praza da Acibechería.
Las pintadas, que parecen estar realizadas con rotulador negro, se corresponden con firmas, aunque no se ha localizado por el momento a los autores de esta acción, considerada un delito al ser realizada sobre un edificio protegido y catalogado como patrimonio histórico-artístico.