La segunda edición del Foro del Mediterráneo ha puesto sobre la mesa la urgente necesidad de revisar las respuestas políticas y sociales ante los grandes desafíos que afronta el sur de Europa: la emergencia climática y la falta de planificación urbana ante fenómenos extremos. La mesa redonda, moderada por Marisa Goñi, directora de El Diario de Mallorca, ha reunido a expertos de distintas disciplinas que coincidieron en una idea común: estamos viviendo múltiples crisis superpuestas, pero las respuestas públicas siguen siendo fragmentadas e insuficientes.
Goñi ha abierto el debate con un dato inquietante: más de 300 estaciones meteorológicas en España registraron la madrugada del 16 al 17 de junio temperaturas mínimas por encima de los 20ºC, una noche tropical anómala para estas fechas. Este episodio ha provocado, de hecho, la ausencia de uno de los ponentes: Marc Castellnou, jefe del Área Forestal de los Bombers de la Generalitat catalana, quien tuvo que incorporarse de forma anticipada a la campaña de prevención y extinción de incendios en su comunidad, adelantada por la evolución del clima.
Desde el ámbito de la salud mental, el psicólogo clínico José Ramón Ubieto ha alertado de tres emergencias simultáneas: climática, social y tecnológica. “Lo más preocupante es que hay muchas respuestas, pero muy pocas preguntas”, ha afirmado. Según él, esta tendencia está deteriorando el pensamiento crítico, especialmente entre los jóvenes: “Hoy se reduce la comprensión lectora, externalizamos la memoria y vivimos atrapados en un presente continuo. Sin memoria del pasado, es muy difícil imaginar el futuro”.
Ubieto ha advertido del impacto que tiene la cultura digital y el auge de la inteligencia artificial en la percepción de la realidad: “La respuesta fácil de los adultos es decir que los jóvenes son violentos o caprichosos, pero eso supone no entender a la juventud y empujarlos a los brazos de los populismos”.
Falta de inversiones hídricas
El catedrático de Geografía de la Universidad de Valencia Joan Romero ha abordado las carencias estructurales en la gestión del territorio y la prevención de catástrofes. Tras recorrer las zonas afectadas por la DANA en la Comunitat Valenciana, ha lamentado que, pese a la movilización de 6.000 millones de euros del Estado y 2.000 de la Generalitat, los problemas de fondo persisten. “Desde 2010 no ha habido inversiones significativas en infraestructuras hídricas, y muchos planes generales de ordenación urbana (PGOU) están obsoletos, algunos incluso anteriores al año 2000”, ha denunciado.
Romero también ha subrayado la falta de coordinación institucional como un obstáculo clave: “En la DANA de Valencia quedó en evidencia la ausencia de planificación conjunta entre el Ayuntamiento y los municipios del área metropolitana. Lo que necesitamos es gobernanza metropolitana real. Barcelona es la única ciudad que cuenta con ella”.
En ese sentido, ha destacado como ejemplo el Foro Metropolitano de Alcaldes de Málaga, que promueve la acción compartida entre municipios de una misma área funcional. Iniciativas como esta, concluyó, “pueden marcar la diferencia en un contexto donde el desfase entre las agendas políticas y las recomendaciones técnicas es cada vez más preocupante”.