Con todos los aires acondicionados, ventiladores y frigoríficos en marcha, el consumo eléctrico de nuestro hogar se dispara en verano. Si multiplicamos esto por todas las viviendas sale que España es uno de los países que más potencia necesita durante esta estación del año. Por eso, no es de extrañar que las centrales productoras de energía estén trabajando a toda máquina. Esto repercute negativamente en la factura de la luz, sobre todo, cuando el Gobierno introduce nuevos impuestos por este motivo.
Las altas temperaturas, el aumento del consumo y la subida de costes energéticos empujan el precio de la electricidad en España a niveles preocupantes. El precio de la electricidad ha vuelto a situarse como una preocupación de los hogares españoles este verano. Durante los primeros días de junio, el coste medio del megavatio hora ha registrado subidas notables, llegando a superar los 100 euros Megavatio hora (MWh) en algunas jornadas, una cifra que no se alcanzaba desde hacía meses.
La factura de la luz subirá en julio por culpa de una nueva cláusula ligada al riesgo de apagón
Los hogares españoles afrontan un nuevo encarecimiento en su factura de la luz a partir del próximo 1 de julio. El motivo es la puesta en marcha de una nueva cláusula que empezará a aparecer en todos los recibos eléctricos y que estará ligada a los ajustes necesarios para garantizar la estabilidad del sistema ante el riesgo de apagones. Aunque esta cláusula puede parecer temporal, todo indica que ha llegado para quedarse.
Este recargo tiene como destino cubrir los costes que Red Eléctrica de España asume para evitar fallos graves en el suministro. El cambio normativo impone ahora a las comercializadoras eléctricas la obligación de financiar una serie de medidas preventivas. El problema, advierten los expertos, es que esos costes no los asumen las empresas, los trasladan al consumidor.
Las pequeñas comercializadoras sufren las consecuencias
Una de las consecuencias más inmediatas será la posible ruptura de contratos por parte de pequeñas comercializadoras. A pesar de que muchos clientes firmaron contratos con precios fijos, estas compañías podrían acogerse a cláusulas legales para rescindirlos debido al sobrecoste que supone asumir la nueva normativa. «Aunque tengas un contrato cerrado de 24 meses, te lo pueden romper», advierten desde el sector.
Como resultado, se prevé que las nuevas ofertas que se lancen a partir de julio sean menos competitivas. Según datos confirmados por la empresa Gana Energía, la subida media estimada en las facturas rondará el 6%.
Con este panorama, los expertos aconsejan a los consumidores que revisen su contrato eléctrico y valoren cambiarse a comercializadoras más grandes y estables si actualmente están con compañías poco conocidas. «Si estás con una eléctrica que no conoce casi nadie, sal de ahí antes de que te suban el precio o te rompan el contrato», alertan los expertos.
La volatilidad del mercado energético y a la falta de previsión, ha derivado en medidas como este nuevo recargo. A partir del 1 de julio, millones de hogares notarán este cambio en su factura. Y aunque el objetivo es reforzar la red ante posibles fallos, el precio de esa seguridad lo pagarán los consumidores.