Después de toda la propaganda previa, que ha generado un estado de ilusión desmedida, el plan de Xabi Alonso se juega con fuego real. El Mundial de Clubes, para el que se había barajado una interinidad, con Solari como principal candidato, es una pieza de toque fundamental para el proyecto en el que el Real Madrid ha depositado su fiebre inversionista. Dos de ellos, Dean Huijsen y Alexander-Arnold, debutarán ante Al Hilal, el equipo saudí que ha intentado sin éxito un paquete de refuerzos que le permitan competir en la novedosa cita internacional.
Un camino plácido hasta cuartos salvo cruce con el City
Se ha hablado del Xabi Alonso táctico, que ha tenido que reeducar a varios de sus jugadores después de una época en la que les ha permitido moverse con libertad. También hay referencias del Xabi Alonso riguroso con la puntualidad, que no permite salidas de guión ni dentro ni fuera de campo. Igualmente, se ha transmitido una versión del Xabi Alonso motivador, que ha recuperado el estado de ánimo de jugadores como Rodrygo. Pero todos esos supuestos quedan ya desactivados.
Al Real Madrid, sobre todo después del giro en la política de fichajes, se le exigirá rendimiento inmediato. Pero no solo en base a resultados. De repente, en el equipo blanco importa el cómo, algo que nunca tuvo demasiada importancia durante la época de Ancelotti. Por lo menos, mientras la lógica de las victorias se mantuvo. Ahora, está por ver hasta qué punto se entenderá el nivel de expectativas con los partidos.
Esta primera fase del Mundial de Clubes debería ser una alfombra roja, con un Al Hilal preocupado por dar una buena imagen; un Pachuca al que ya ganó el Real Madrid con solvencia en la Copa Intercontinental; y un RB Salzburgo contra el que hizo el encuentro más redondo de una pasada pobre Champions. A partir de ahí se abre la posibilidad de un duelo contra la Juventus o el Manchester City, del grupo G, con el que se cruza el H en el que está el Real Madrid.
Estrenos en una defensa renovada y con propósito de enmienda
Pero más allá de las hipótesis de uno y otro camino, lo verdaderamente interesante es cuál será la propuesta inicial del Real Madrid. De ahí que el once de estreno del vasco será examinado con lupa. Con Courtois fijo en la portería, la primera gran apuesta pasa por la remodelada defensa, con el previsible estreno de una nueva pareja de centrales, formada por Huijsen y el recién renovado Raúl Asencio. Una dupla joven que combina un buen pasador, con salida de balón; y un experto en cortes rápidos.
Aunque la idea es que Huijsen, llamado a comandar una nueva era en la zaga blanca, combine con Militao o Rüdiger, en función del estado físico de cada uno. El primero volverá tras encadenar su segunda grave lesión y el segundo también ha vivido problemas físicos, después de sufrir una rotura parcial en el menisco externo de su pierna izquierda.
La otra gran novedad está en el lateral derecho, por lo menos de partida. Alexander-Arnold, renombrado como Trent, formará en el flanco diestro de una defensa que recuperará pronto a Carvajal después de otro largo periodo de incomparecencia. Aunque el capitán se ha empeñado en contradecir los pronósticos que le condenaban a un regreso lejos del nivel previo. En el entrenamiento abierto que tuvo lugar en Palm Beach se vio al de Leganés haciendo remates acrobáticos y con buenas sensaciones.
Dos aficionados del Real Madrid con camisetas a la entrada de la concentración blanca en Palm Beach. / ANDREA MONTOLIVO / EFE
La incógnita de quién mantendrá el control del Real Madrid
En la parte ofensiva, la dupla formada por Mbappé y Vinicius es, en principio, inamovible. A partir de ahí, toca lo más difícil, sanar el talón de Aquiles del centro del campo por el que se descompuso el Real Madrid la pasada temporada. Sigue sin haber un sustituto de Kroos y sí muchos candidatos a ocupar la construcción de la jugada. El elegido tendrá que asumir la papeleta más complicada, seguramente acompañado de Tchouaméni como ‘stopper’. Lo recomendable para el futuro blanco es trazar rápido la transición.
Por eso Modric puede ser solo una opción temporal. En su presentación como entrenador, Xabi Alonso dijo que para él Bellingham era centrocampista y no delantero. Pero la lógica del fútbol indica que es mucho más difícil retrasar a un jugador que adelantarlo. Una idea más próxima a la del rol que tenía en el Dortmund, pero que no específica, puesto que era más ‘box-to-box’. Valverde será otro fijo en la transición.
Después, tierra de oportunidades, sobre todo para perfiles como Güler o Brahim, antes de que llegue Mastantuono y se decida qué papel jugará. Tiempo de apuestas y promesas, como la que el Real Madrid le ha hecho a Álvaro Carreras, para «no dejarlo solo». Por el momento, mientras se produce la operación liberación, fácil de entender, porque se trata de una cláusula, Fran García intentará agarrarse a un barco que ya zarpa camino de su primer examen.