Santos Cerdán entró en el Parlamento esgrimiendo que no tenía nada de lo que defenderse, que «le costaba creer» que existiese un informe de la UCO vinculándolo con el caso Koldo y llevaba razón. Conocida la transcripción de las escuchas, la verdad es que todo indica que ante lo que estamos, de momento, es en realidad ante el caso Cerdán, quien según los indicios envió desde el norte al grandullón para ponerlo al lado de Ábalos y poder arramblar así con mordidas tras amañar adjudicaciones públicas para una UTE de constructoras entre las que figura Acciona.
Fuente