El Madrid jugará de nuevo la final. En el cuarto partido de la serie ante Unicaja, los malagueños fueron dominando durante casi 30 minutos, pero en el último periodo el equipo blanco llegó más entero y con un Campazzo líder acabó por sentenciar la eliminatoria con el 3-1 definitivo (79-86).
Clave fueron las segundas oportunidades, con una diferencia en rebotes de 31-46 (14 ofensivos). Y sumando al argentino, los 20 puntos de Hezonja y el doble-doble de Tavares (16 puntos y 10 rebotes), fueron vitales para la victoria y la clasificación visitante.
Así pues, Madrid se cita contra el Valencia en la gran final de la Liga Endesa. Una final con una eliminatoria al mejor de cinco, que empezará en territorio madrileño, este viernes 20 de junio a las 21:15 horas.
Unicaja controla el primer tiempo
Unicaja fue mejor desde el inicio, empezando con 3/3 en triples y aunque las diferencias no fueron amplias, el equipo malagueño siempre fue por delante; cada vez que el Madrid se acercaba, el Unicaja encadenaba buenos ataques para distanciarse. Al final del primer cuarto se llegó con 22-16 favorable a los locales.
Osetkowski fue el mejor del primer tiempo, con 4/4 en triples. / EFE
Luego, los de Ibon Navarro pusieron la máxima de 12 puntos (33-21), con un inspirado Dylan Osetkowski, 4/4 en triples liderando la victoria parcial de Unicaja. Por parte visitante, el Madrid tiró de Hezonja (13 puntos) además de las 6 asistencias de Campazzo ajustaron el marcador al descanso (43-39).
Igualdad hasta el final
Empezó mejor el Madrid el segundo tiempo. Gracias a Tavares, con rebotes ofensivos y siete puntos, el Madrid consiguió su primera ventaja (51-53), aunque Unicaja respondió con un póster de Balcerowski que se juntó con una antideportiva de Garuba. Con esa tónica siguió todo el tercer cuarto dejando el partido abierto para el final (63-61).
Ya en el último cuarto, el Madrid llegó más entero. Volvió a colocarse por delante, con un triplazo de Mario Hezonja y consiguió su máxima ventaja (72-77). En el otro bando, la quinta de Tavares dio esperanzas, pero gracias a Campazzo los blancos se llevaron el partido y el pase a la final (79-86).