Halis ha reunido a toda la familia en el salón. Ha pedido silencio y ha exigido que lo escuchen sin interrupciones. “Hemos tenido dolor. Y, por desgracia, todavía lo seguimos teniendo. Pero ahora estamos bajo el mismo techo. Lo que pasa en la familia, se queda en la familia”, ha dicho, dejando claro que es hora de mantenerse fuertes.
Y entonces, ha dicho lo que nadie esperaba: “Ferit es valioso para mí… y para toda la familia. Si él llama familia a los Sanli, entonces ellos también merecen un lugar aquí”.
Así ha sido. Con esas palabras, Halis ha abierto las puertas de la mansión a Kazim y su familia. Los Sanli han respirado aliviados, pero los Korhan no tanto.
La tensión no ha terminado ahí. Halis ha cambiado de tema y ha pasado al proyecto que más afecta a Orhan: la nueva tienda en un hotel de lujo. Y sin rodeos, ha anunciado su decisión: ha dejado fuera a su propio hijo. Le ha dicho que se enfoque en su etapa motera y ha ordenado que Ferit y Kaya lideren el nuevo negocio.
Orhan se ha sentido humillado, pero su padre ha sido tajante: “Ellos tomarán mejores decisiones que tú”.
Y sin poder contener su orgullo, Orhan se ha marchado. En la mansión, los problemas no terminan nunca, ¿podrán encontrar un poco de paz?
