La marcha de Luca de Meo como CEO de Grupo Renault ha provocado un auténtico terremoto en la automovilística, que este lunes se ha desplomado en bolsa un 8,69%. La otra cara de la moneda la vive la firma de lujo francesa Kering, que se ha disparado un 11,76% tras apuntar diversas informaciones que ese será el próximo destino del directivo.
Renault anunció este domingo, a través de un comunicado, la decisión de Luca de Meo de dejar su cargo de consejero delegado para poner su experiencia «al servicio de otros sectores y vivir otras aventuras». Dejará la automovilística el próximo 15 de julio para pasarse, según apuntan diversas informaciones, al sector del lujo.
Kering sería su próximo destino, y aunque todavía no hay nada confirmado, lo cierto es que el mercado está dando por buenas las noticias que sitúan a Luca de Meo como el nuevo máximo responsable de la firma.
Según los expertos de Banco Sabadell, si Kering acaba por confirmar a Luca de Meo como su nuevo CEO sería una noticia «que no sorprendería dados los rumores de estas últimas semanas sobre una posible división de los cargos de presidente y consejero delegado de Kering«, hasta ahora desempeñados por Francois-Henri Pinault, que es el principal accionista del grupo con aproximadamente un 52% del capital.
«El negativo desempeño de la compañía en estos últimos años (-50% en EBIT 2024 vs máximos de 2022; caída -80% en cotización vs máximos históricos de 2021) principalmente por Gucci, e ‘inquietudes’ por parte de los inversores sobre los últimos nombramientos en Gucci, así como las inversiones inmobiliarias, podrían estar detrás de este movimiento», apuntan los analistas de Sabadell.
Asimismo, señalan que aunque creen que el nombramiento, de producirse, podría suponer un cambio en la gestión de la compañía, no creen que «vaya a servir de revulsivo hasta que todo ello empiece a hacer ‘delivery’ y se refleje en la cuenta de resultados».
KERING TIENE MUCHO QUE DEMOSTRAR
Por su parte, en Bankinter también valoran la noticia, y sus expertos comentan que la marcha de Luca de Meo son «malas noticias para Renault». Y es que en los cinco años que De Meo ha ocupado el cargo «ha logrado reducir la estructura de costes de la compañía ganando eficiencia y mejorando márgenes», por lo que no es de extrañar el impacto negativo que está teniendo la noticia sobre la cotización de la automovilística.
Además, añaden, el impacto negativo «se verá amplificado por la reducción de la participación de Nissan en Renault», recordando que en marzo ambas compañías acordaron reducir sus participaciones cruzadas desde el 15% al 10%. «Hoy Iván Espinosa, CEO de Nissan, anuncia que ejecutará dicha reducción con el fin de obtener fondos para invertir en el desarrollo de nuevos modelos».
Para Kering, sin embargo, la noticia «supone un atisbo de esperanza», porque aunque De Meo no tiene experiencia en el sector, «su fichaje es un reconocimiento de que los cambios en los equipos gestores y creativos del grupo en los últimos trimestres no han tenido éxito».
En este sentido, desde Bankinter recuerdan que Gucci, marca estrella del grupo que representa el 51% de las ventas y 63% del EBIT, encadena varios trimestres cayendo. De hecho, el el primer trimestre del año todas las marcas, salvo Bottega Venetta, retrocedieron.
En julio se incorpora un nuevo director creativo en Gucci, Demna Gvasalia, director creativo de Balenciaga durante los últimos 10 años, que sustituirá a Sábato de Sarno tras tan solo año y medio en el cargo. «El reposicionamiento de la marca está siendo más costoso de lo previsto y no es previsible una recuperación de las ventas hasta 2026», dicen estos analistas.
Es más, creen que el crecimiento de las ventas y los márgenes «seguirán presionados mientras la marca está en este proceso de renovación tras cambios en los equipos gestor y creativo». Bajo su punto de vista, «a pesar de que el nuevo tándem De Meo-Gvasalia es esperanzador, no es la primera vez que Kering hace cambios drásticos en sus equipos sin éxito».
Creen en Bankinter que habrá una reacción positiva inicial en el valor, pero luego «el nuevo equipo tendrá que mostrar resultados, los cuales no serán inmediatos». De ahí que los estrategas del banco mantengan «una visión negativa sobre el valor«, que recomiendan vender y cuyo precio objetivo mantienen en revisión.