La internacionalización de las empresas españolas se consolida pese a las incertidumbres internacionales crecientes. Pese a guerras, dificultades logísticas y competencia en aumento entre países, los indicadores apuntan a que las empresas españolas más potentes han encontrado en el extranjero la clave del crecimiento. El bautizado como índice sobre la solidez de la internacionalización de la economía española se elevó a 7,03 puntos sobre 10 en 2024, ante el dinamismo de los exportadores y la diversificación, tanto a nivel empresarial como geográfica. Así lo indica el ‘Índice de Solidez de la Internacionalización (ISI)’, elaborado anualmente por Amec, la asociación para el impulso de la industria internacionalizada, que evalúa un total de 19 indicadores. En concreto, el índice para España ha aumentado un 12,6% a lo largo de 2024, siendo el mayor incremento desde que Amec calcula este parámetro.
En el informe se advierte de la fuerte caída de la cantidad de empresas exportadoras españolas en los últimos cuatro años, pasando de las más de 235.000 en el año 2021 a las 132.000 actuales. Además, preocupa el estancamiento de indicadores como el de exportadores regulares, que, además de disminuir en 2024, ha sufrido un descenso sostenido en los últimos años. Por otro lado, el indicador intensidad tecnológica también ha contribuido negativamente al índice 2024. En cualquier caso, el indicador de ‘Cuota Mundial’ muestra que España exporta por encima de lo que le correspondería en proporción a su PIB, lo que evidencia una notable competitividad exterior de las firmas españolas internacionalizadas. Por otro lado, el peso de las exportaciones en el PIB se sitúa en el 37%, acercándose al valor considerado ideal del 40%.
Barreras arancelarias
Otro de los factores que requieren especial atención es el indicador sobre barreras, uno de los elementos del índice sobre los que se puede actuar directamente desde las políticas públicas. Para la asociación, dado que las previsiones apuntan a una posible disminución de este indicador de solidez, resulta imprescindible trabajar activamente para evitar que las barreras técnicas, regulatorias o arancelarias sigan siendo un freno constante al desarrollo del comercio internacional. «Es fundamental que desde España y desde Europa se refuercen las capacidades de negociación internacional, asegurando que nuestras empresas puedan competir en igualdad de condiciones en todos los mercados», ha señalado el director general de Amec, Joan Tristany.
Mejor exportar que no exportar
La mejora del índice de solidez revierte la caída registrada en 2023 y refleja «una solidez muy necesaria» en el actual contexto de incertidumbre global, en el que una internacionalización más robusta permite afrontar con mayor resiliencia las tensiones externas, según apuntan desde la asociación para el impulso de la industria internacionalizada. El pronunciado ascenso se explica, en parte, por la sustancial recuperación del indicador de exportaciones durante 2024. A ello se suma el comportamiento positivo de indicadores clave como la diversificación empresarial y geográfica de las exportaciones.
Aunque las regiones tradicionales siguen concentrando un volumen importante de las exportaciones españolas, en 2024 se ha producido una diversificación importante de las mismas hacia mercados como Asia, África y América Latina, reforzando una estructura exportadora más equilibrada y menos dependiente de ciertos mercados. El crecimiento del índice de solidez también se explica por la contribución positiva de los indicadores de inversión en el exterior e inversión extranjera, que muestran los valores más altos de toda la serie histórica.
El índice de solidez de Amec
El ISI recoge en un único resultado los valores de un conjunto de indicadores económicos vinculados con los diferentes aspectos de la internacionalización de la economía española. Este índice se creó en 2014, en colaboración con la Cátedra de Economía y Empresa de la Universidad de Barcelona. Desde entonces se ha ido actualizando año tras año. La actualización se ha realizado, en las últimas ediciones, con la aportación de estudiantes de distintas universidades. El ISI se elabora a partir de 19 indicadores repartidos en cuatro dimensiones (actores, resultados, cadenas globales de valor y elementos habilitadores). Cada uno de estos indicadores es, en su mayoría, resultado de la estandarización de la combinación de diversos componentes, en función de cómo se referencia su valor máximo. De esta forma, todos los indicadores pueden situarse entre un valor mínimo (0) y un valor máximo (1). Un valor mínimo representa un bajo grado de fortaleza y el valor máximo, a su vez, significa que el indicador ha alcanzado su máxima fortaleza, según se define en la fórmula. Finalmente, cada uno de los indicadores es ponderado en función del nivel de relevancia para la internacionalización de la economía española.