La situación venezolana no estuvo ausente en el informé de este lunes que el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, hizo durante la apertura de la 59ª sesión del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas. La referencia fue acotada, pero de candente actualidad. Días atrás fue arrestado el exministro de Hacienda de Hugo Chávez y disidente del madurismo Rodrigo Cabezas. Con su caso, de acuerdo con estimaciones del portal ‘Efecto Cocuyo’, que cita a organismos de derechos humanos, la cantidad de disidentes apresados solo este año ha superado la barrera de los 60.
Si bien la mayoría pertenecen a Vente Venezuela, la formación de la derechista María Corina Machado, lo ocurrido con Cabezas vuelve a tener el efecto demostrativo de que los dirigentes de izquierdas también se exponen a las acciones del Estado. Cabezas proviene del Partido Socialista y en 1999 formó parte del Movimiento V República que, bajo el liderazgo de Chávez, ya en el Palacio de Miraflores, impulsó la reforma constitucional. Su detención la semana pasada tiene todo los condimentos del presente político venezolano: la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) cortó la luz de su vivienda en el estado de Maracaibo. Cuando fue a la oficina a hacer su reclamación le estaban esperando para llevárselo. Cabezas había apoyado a Edmundo González Urrutia en las elecciones de julio pasado cuyo resultado, asegura la oposición, había favorecido al exdiplomático.
También se encuentra encarcelado desde las vísperas de la controvertida asunción de Nicolás Maduro, el pasado 10 de enero, el exrector del Consejo Nacional Electoral (CNE), excandidato presidencial en 2024 por un partido de centroizquierda, Enrique Márquez. En marzo pasado, las fuerzas de seguridad que dirige Diosdado Cabello desde el Ministerio del Interior, protagonizaron la operación Relámpago del Catatumbo que terminó en la detención de varios alcaldes del estado de Zulia, fronterizo con Colombia. Se alegó la existencia de vínculos con el narcotráfico, una acusación que no protegió a varios jefes comunales pertenecientes al oficialista Partido Socialista Unificado (PSUV).
Otras amenazas
La advertencia de Türk coincide con otras formas de hostigamiento en una Venezuela que vuelve a ser sacudida por el aumento del precio del dólar y su impacto en la inflación. El Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) denunció la «persecución» y «criminalización» de los especialistas que se dedican al «análisis y difusión de información estadística» sobre la economía venezolana. El OVF, adscrito a la oposición, recordó que los indicadores económicos elaborados para la evaluación toman en cuenta la información pública y bajo «ningún caso» recurren a números confidenciales o reservados. «El OVF no es responsable del diseño y aplicación de la política económica que genera el alza de los precios». Los técnicos de esa entidad han reportado una inflación anualizada del 229% en mayo de 2025, con una fuerte aceleración de la tasa mensual, que alcanza el 26% El alza se relaciona con el nuevo cuadro económico derivado de la decisión de la Administración de Donald Trump de no extender el permiso al gigante petrolero norteamericano Chevron y otras grandes empresas extranjeras para que continúen sus operaciones en territorio venezolano.
El fiscal general, Tarek William Saab, anunció en este contexto que la policía detuvo a medio centenar de personas en su ofensiva para frenar el aumento del precio del dólar paralelo. Los operativos iniciaron a finales de mayo cuando la divisa estadounidense bordeaba casi el 50% frente a la tasa oficial del Banco Central (BCV). El dólar se ha transformado en los hechos en la moneda de intercambio de todas las transacciones en el mercado formal e informal. La brecha se ha ensanchado a partir de los nuevos indicadores de la crisis. Desde entonces, la venta de divisas se ha convertido en un hecho ilegal que antes se toleraba.