Yolanda Díaz busca salir reforzada en el Gobierno de la profunda crisis que asola a su socio de coalición. El caso de Santos Cerdán, con el demoledor informe de la Unidad Operativa de la Guardia Civil (UCO) que le señala como mediador en el cobro de presuntas mordidas a cambio de contratos públicos, ha golpeado el corazón del PSOE. Pedro Sánchez intentó limitar el impacto al partido para preservar al Ejecutivo, y en esta tarea la líder de Sumar se presenta como una aliada. Pero con condiciones. La vicepresidenta segunda reclamó un «reseteo de la legislatura» y un trato «de igual a igual» a los socialistas, además de reclamar una reunión entre los socios de coalición. Y es que el socio minoritario de Gobierno ha visto en esta crisis una oportunidad para marcar perfil propio y ganar protagonismo en el Consejo de Ministros.
«Ahora nos toca a nosotros«, es la idea que se viene rumiando a nivel interno, según fuentes del partido, donde insisten en que el episodio debe marcar un «punto y aparte» en la legislatura. ¿Cómo? Los planes no están completamente definidos, pero en las filas de Díaz no ocultan su intención de ganar visibilidad en un momento en que, defienden, «somos la garantía de que estas cosas no pasen«. Consideran que hasta ahora han mostrado gran «lealtad» hacia Sánchez y «nos hemos peleado lo justo», pero asumen que «la correlación de fuerzas ha cambiado» en el seno del Ejecutivo, puesto que el PSOE se encuentra en un momento de «debilidad» donde, creen, debe dejar paso a Sumar para sostener la legislatura con medidas más sociales que generen impacto y contrarresten, de algún modo, los escándalos que han venido asediando a los socialistas. «Nos toca dar impulso», resumen.
Una reunión con Cerdán hace un año
En Sumar están a al espera de cerrar la mesa de la coalición que pidió el jueves Yolanda Díaz, aunque los suyos asumen que el encuentro no será inminente, al tener el PSOE que recomponerse después del varapalo del informe de la UCO. A esa reunión, avanzan, llevarán propuestas concretas para ganar «visibilidad» dentro del Gobierno, reclamando impulsar iniciativas con la marca de Sumar para avanzar en lo que Díaz vino a llamar «giro social». Reclaman «devolver la iniciativa» al Ejecutivo después de semanas en los que los distintos escándalos -como el caso Leire Díez o el informe de la UCO sobre Santos Cerdán- han opacado la acción gubernamental. La retribución de los permisos por hijos o la renta universal por hijo a cargo, además de la reducción de la jornada laboral son algunas de las propuestas que reclamarán a impulsar a los socialistas.
En la mayoría de ocasiones en estos dos años han sido Sánchez y Díaz los que han desatascado los conflictos en la coalición. En esta ocasión es distinto, puesto que quieren preservar la institucionalidad del Gobierno, y es por ello que han reclamado el formato de la mesa, más amplio y con miembros de partido. Hasta ahora sólo se ha producido una reunión de los socios de la coalición, con miembros presentes tanto de partido como de Gobierno por parte de PSOE y Sumar.
La pidió Sumar en febrero de 2024 después de renunciar el Gobierno unilateralmente a los Presupuestos Generales del Estado y tras varias desavenencias con los socialistas en lo relativo a la ampliación del Puerto de Valencia. Sin embargo, el encuentro no tuvo lugar hasta más de tres meses después, el 16 de mayo del año pasado, cuando se celebró el encuentro. Por parte de Sumar asistieron el ministro de Cultura y portavoz del partido, Ernest Urtasun; la directora de gabinete de la Vicepresidencia segunda, Virginia Uzal; el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey; y la secretaria de Organización de Sumar, Lara Hernández. Por parte de los socialistas acudieron la vicepresidenta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, la portavoz del PSOE, Esther Peña, y el entonces secretario de Organización, Santos Cerdán, hoy dimitido de su cargo y origen de la crisis en el partido por su implicación en la presunta trama para amañar adjudicaciones públicas.
«Equilibrio» entre la crítica y la estabilidad
En la coalición de izquierdas admiten hacer «equilibrios» para exigir responsabilidades al PSOE como partido intentando evitar que afecte de ninguna manera al Gobierno, asumiendo en que se encuentra en un momento «difícil» y con la consigna de que hay que «protegerlo» y «cuidarlo». El jueves, Díaz ya cerró la puerta a dejar caer al Gobierno y avanzó que «vamos a continuar hasta el año 2027, pero con un giro social». En Sumar consideran que «no tendría sentido» retirar el apoyo a Sánchez o salir del Consejo de Ministros, al no tener una mayoría garantizada en unas eventuales generales, y al considerar que la alternativa no debe ser «entregar el Gobierno» al «PP de Bárcenas y de la Gürtel», sino que optan por llevar a cabo un giro social.
Entre las propuestas que plantean impulsar es la creación de la Oficina Anticorrupción, una medida que ya registraron en el Congreso hace más de un año, tras estallar el caso de Koldo García Izaguirre, y que ha quedado hasta ahora paralizada en el Congreso, sin que Sumar avanzara en las negociaciones para sacarla adelante. Fuentes destacadas de Sumar defienden ahora que le darán «prioridad» para impulsarla en los próximos meses. Entre otras medidas, también está sobre la mesa la revisión de la Ley de Contratos del Sector Público, con el objetivo de que las empresas y empresarios que hubieran resultado beneficiarios de casos de corrupción también se vean penalizados.