El Barça paga la cláusula de Joan García / SPORT.es
Ahora que el Barcelona ya ha abonado la cláusula de rescisión de Joan Garcia, de 25 millones, después del sí del portero a fichar por el Barça, juzguemos la decisión.
¿Quién puede negarle a Joan Garcia su progresión profesional, su crecimiento, su mejora, incluso económica, a costa de un sentimiento? Un sentimiento que no le ha pagado lo suficiente estos últimos años, pues recuerdo que era de los peor pagados de la plantilla. Aun así, hay gente que se siente moralmente con fuerza para exigirle el no al Barcelona. Cada uno tiene derecho a elegir su futuro, solo faltaría. ¿Quiénes somos nosotros para elegir el futuro de otro?
Ya han pasado días desde que tomara la decisión. Reflexionemos con más frialdad sobre una decisión personal y muy respetable. Claro que se puede criticar a una persona que tiene una oportunidad enorme de progresar profesional y económicamente. No olvidemos que no era uno de los jugadores mejor pagados de la plantilla. También se puede decir que a lo mejor el Espanyol no lo valoró lo suficiente.
Además, el Espanyol recibe la nada despreciable cifra de 25 millones por un futbolista que apenas le ha costado formación y que ha dado un grandísimo rendimiento. El Espanyol no sale mal parado. El españolismo debería estarle incluso muy agradecido a Joan Garcia. O ambas partes deberían estar agradecidas: uno porque el club le permitió formarse, desarrollarse y hacerse un nombre profesional en la élite; y otro porque su rendimiento, a un coste muy bajo, permitió tener un portero titular de altísimo nivel que, en buena parte, fue responsable de la permanencia del Espanyol en un año muy difícil.
Todos salieron ganando, todos se deben algo. Y, al final, en la vida todo acaba circunscribiéndose al tema económico. Y la diferencia económica también es sensible. Si, además, tienes la posibilidad de triunfar en un club tan grande como el Barcelona, el club de la ciudad en la que vives, sin tener que mover a tu familia…
¿Es tan difícil ponerse en la piel de Joan Garcia y entenderle?
Manolo Gonzalez, al que no conozco, pero me parece un buen tipo, sabe que nunca el Barcelona llamará a su puerta. No tendrá esa difícil decisión que tomar, pero debe ponerse en la tesitura del futbolista: joven, con 23 años y toda su carrera profesional por delante, un proyecto deportivo y económico en su ciudad, como para decirle que no por haber jugado en el eterno rival de la ciudad.
Muchos de ustedes, además, ya imaginarán lo mal que lo ha pasado su familia durante este tiempo: lágrimas, rabia, impotencia por la incomprensión de una decisión respetable. Unas pintadas en el pueblo de toda la vida, unos insultos desproporcionados y una falta de respeto absoluta que no son fáciles de digerir, menos cuando eres la familia del protagonista. Todo por una rivalidad mal entendida.
Es cierto que en el fútbol existe un componente sentimental, pero usted, profesional del gremio que sea, póngase en el lugar del portero y diga si no entiende la decisión de Joan Garcia, y si, en su lugar, habría hecho lo mismo.
El PSG, posible vía de salida a Ter Stegen
La salida del Barcelona de Ter Stegen no será fácil. El portero no lo pondrá fácil. Su primera intención es competir por la titularidad, hasta que Flick le hable lo suficientemente claro como para ver muy complicada su situación en el Mundial de Estados Unidos como titular de Alemania. En caso de verse obligado a salir, Ter Stegen no iría a cualquier club.
Y se abre una vía que podría ayudar a todas las partes. Necesita, eso sí, un efecto dominó que no será fácil.
Al parecer, Donnarumma no está muy contento en París, a pesar de los títulos conseguidos. El gigante italiano no se siente valorado y ve cómo siempre los elogios son para los Dembélé, Vitinha, Nuno Mendes y compañía.
Parece que estaría buscando una salida y que incluso el Manchester United ya ha recogido el guante. No es fácil que el PSG le deje salir, pero ahí se abriría una puerta a Ter Stegen.
Mantiene una muy buena relación con Luis Enrique, e incluso contacto. Se profesan respeto y cariño de su etapa en el Barcelona. Ter Stegen también conoce a todo su staff, lo cual ayudaría, y los parisinos pueden permitirse pagar una ficha como la del alemán. Si encajan las piezas, el PSG puede ser la vía de escape para Ter Stegen.