El Atlético de Madrid ha comenzado su participación en el Mundial de Clubes con una dura derrota ante el PSG (4-0) que refleja lo vivido sobre el césped y evidencia la necesidad de reforzar al equipo en varias posiciones.
Los de Simeone se vieron superados de principio a fin por el vigente campeón de Champions, que incluso dio la sensación de jugar sin pisar el acelerador en algunos tramos.
Fabián abrió el marcador, Vitinha hizo el segundo al filo del descanso, Mayulu anotó el tercero y Lee puso la puntilla al final. El VAR anuló un gol de Julián Álvarez en el mejor momento del Atlético y Lenglet acabó expulsado.
Los jugadores del PSG y del Atlético se saludan antes de que comience el partido.
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Aunque el duelo tenía el cartel de una eliminatoria de Champions, el escenario, el ambiente y la ceremonia que precedió al encuentro dejaron claro que se trataba de un torneo diferente a lo habitual.
El Rose Bowl dejaba ver huecos en las gradas cuando la megafonía comenzó a anunciar la salida al campo de los protagonistas, uno por uno, como sucede en la NBA.
Los futbolistas bromeaban a su salida al campo y uno de los detalles novedosos tenía que ver con las camisetas. Ambos equipos presentaban la equipación local de la próxima temporada y las redes se llenaron de comentarios positivos sobre la nueva rojiblanca.
Esa sería la única connotación positiva para el Atlético en la primera parte, donde la distancia futbolística entre los de Simeone y el campeón de Europa quedó más que demostrada.
El inicio del partido fue lento, tedioso e igualado. Sin ocasiones y un sol abrasador en Los Ángeles, el duelo tenía aroma de pretemporada pese a la oficialidad del torneo.
El primer aviso fue de Julián, de falta directa, pero poco a poco, el PSG fue haciéndose con el balón y su asfixiante presión dejaba sin respuestas al centro del campo del Atlético.
Los jugadores del PSG celebran el tanto de Fabián.
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Sin circulación ni salida de balón, el Atlético no tenía cómo salir, y las debilidades defensivas del sector izquierdo formado por Lino, Galán y Lenglet eran clamorosas.
En el minuto 19, Fabián sacó a relucir su faceta de llegador con su tercer gol en los últimos ocho partidos.
Doué había aprovechado el boquete en la banda izquierda de los de Simeone, combinó con Gonçalo Ramos y cedió a la frontal para que Fabián la mandase a la red con un potente disparo cruzado.
El gol sentó bien al PSG, que presionaba con eficacia pero parecía estar jugando a medio gas. El Atlético no conseguía sacar el balón ni trenzar jugadas, con Griezmann y Julián muy alejados del peligro.
La primera ocasión del Atlético llegó en el 45 y sus consecuencias fueron desastrosas. Donnarumma atrapó el chut de Griezmann y, en la contra, el PSG hizo el segundo al filo del descanso.
Vitinha condujo el contragolpe ante la pasividad rival y se plantó en la frontal totalmente solo. Nadie encimaba, así que decidió chutar y definió ante Oblak con maestría.
Lenglet ve la amarilla por una entrada a Achraf.
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Descanso
En el descanso, Simeone intentó igualar las fuerzas en el centro del campo dando entrada a Koke por un negado Samu Lino. Los tres centrocampistas del PSG se estaban comiendo a De Paul y Barrios.
El capitán rojiblanco vio la amarilla nada más empezar la segunda mitad. También la vieron Lenglet y Le Normand, muy superados.
A la espera de ver si mejoraba la imagen del Atlético, el PSG tuvo el tercero en las botas de Kvaratskhelia, pero Oblak desvió la ocasión con una gran estirada y evitó el sonrojo.
El movimiento de Simeone sentó bien a sus pupilos y la entrada de Koke cambió la cara al equipo. Poco a poco, los rojiblancos comenzaron a tener más la posesión y a presionar mejor al rival.
Fruto de esta circunstancia llegó la reacción del Atlético en el minuto 57. Un robo de Le Normand permitió a los suyos pillar descolocado al PSG, Giuliano filtró un pase para Julián y el argentino la mandó a la red.
Gol anulado
El 2-1 dibujaba otro partido, pero ahí llegó el VAR. Los colegiados analizaron el origen de la jugada y apreciaron una falta de Koke en el inicio de la jugada por un ligero contacto con Doué.
El gol quedaba anulado y Simeone aplaudía irónicamente después de recibir un jarro de agua fría.
Al margen de la frustración, Simeone realizó un triple cambio: Giuliano, De Paul y Galán, muy flojos, dieron paso a Gallagher, Correa y Reinildo.
El Atlético tenía media hora para reaccionar y Simeone aprovechó la pausa de hidratación para hacer otro cambio. Se marchaba Pablo Barrios y entraba Sorloth.
Marquinhos y Doué, durante la pausa de hidratación.
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El gol anulado fue un bajón para los del Cholo y tocaba demostrar el callo competitivo del equipo. Pero lo cierto es que los últimos treinta minutos fueron una galería de los horrores para el Atlético.
Oblak se dejó escapar un balón mientras intentaba sacar en un despiste imperdonable y el PSG estuvo cerca de hacer el tercero.
El susto no despertó a los rojiblancos y, minutos después, Lenglet vio la segunda amarilla por protestar una decisión del colegiado.
Los rojiblancos acabaron mosqueados con Kovàcs, que en todas las jugadas grises siempre inclinó la balanza a favor de los franceses.
Con un jugador menos, el Atlético bajó los brazos y firmó el 2-0 para no complicarse el goal average en su grupo, pero ni eso consiguió rascar.
Cerca del final, en el minuto 86, el joven Mayulu, que ya anotó en la final de Champions contra el Inter, puso la puntilla con un resultado tan doloroso como justo.
El 3-0 reflejaba la distancia entre un equipo que ha sabido renovarse para conquistar su primer triplete a base de fútbol total y juventud, y otro que pide refuerzos desesperadamente.
Pero el castigo todavía iba a ser mayor. En el minuto 92, el árbitro pitó penalti por una mano de Le Normand y Lee hizo todavía más grande la herida en el marcador.
El Atlético deberá mejorar su imagen ante el Botafogo y el Seattle Sounders si quiere pasar de ronda en el nuevo torneo de la FIFA.
 para los de Luis Enrique en un partido en el que quedó clara la distancia futbolística entre los rojiblancos y el campeón de Europa. Más información: Sí es país para 'soccer': de Pelé a Messi y el Mundial de Clubes, EEUU conquista el fútbol entre protestas contra Donald Trump){kind=link}