Tu madre siempre te ha dicho que tienes que hacer la cama y limpiar tu habitación todos los días antes de irte de casa. Esta es la rutina que millones de personas hacen cada mañana. Sin embargo, esta práctica podría no ser tan buena como parece, porque como explica el enfermero Jorge Ángel, conocido en TikTok por sus consejos de salud, no conviene estirar las sábanas inmediatamente al salir de la cama.
Durante la noche, el cuerpo humano libera sudor, calor y células muertas, lo que convierte el entorno de descanso en un lugar húmedo y cálido. Ese ambiente es ideal para los ácaros del polvo, unos microorganismos que viven en sábanas, colchones y almohadas y que se alimentan precisamente de estos restos biológicos.
«Si haces la cama justo después, proliferan mucho más y luego vienen los problemas de alergia y de piel», asegura Jorge Ángel en su vídeo. Entre los efectos más comunes que puede provocar una acumulación excesiva de ácaros están la rinitis alérgica, los estornudos frecuentes, el picor en los ojos y las irritaciones cutáneas, sobre todo en personas sensibles o con antecedentes alérgicos.
Lo ideal es ventilar una hora
Los expertos en limpieza recomiendan ventilar la habitación al menos una hora antes de hacer la cama, como aconseja el propio enfermero: «Si, por ejemplo, te vas al trabajo o al instituto, la tendrás que hacer después». Al abrir las ventanas, se permite que el aire seco entre en contacto con las sábanas húmedas, reduciendo así la posibilidad de que los ácaros se multipliquen.
Según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), cerca del 25 % de los españoles sufre algún tipo de alergia respiratoria, y los ácaros del polvo son uno de los alérgenos más frecuentes. Por eso, ventilar bien la habitación, lavar la ropa de cama semanalmente y no hacer la cama inmediatamente son medidas sencillas que pueden marcar la diferencia para tu salud.
Así que esperar un poco para hacer la cama puede ayudarte a dormir mejor, respirar más tranquilo y te mejorará la salud.