Jordi Juste se despide del Odilo dejando un legado imborrable en Cartagena

Tras dos temporadas históricas, el técnico catalán ha cerrado recientemente su etapa en el Odilo FC Cartagena CB. Se va con la cabeza alta, el corazón lleno y una conexión emocional con la ciudad que ya es parte de su historia.

Jordi Juste y su Odilo han escrito en letras mayúsculas una página gloriosa en el deporte de la ciudad. El ciclo termina y ya es técnico de Tizona, pero se marcha emocionado de las muestras de cariño que ha recibido en su ¡Hasta siempre!.

El técnico, que durante dos temporadas lideró un proyecto que devolvió la ilusión por el baloncesto a toda una ciudad, se despide del Odilo FC Cartagena CB dejando tras de sí un legado tan sólido como sentido.

Ha sido un ciclo de éxito, de éxito a muchos niveles, ya no solo el ascenso, ya no solo las victorias que te han llevado a un playoff sino bueno, el premio de enganchar a la gente, a nuestra afición y tener ese punto final con esos dos partidos de playoff con un palacio totalmente lleno, eso a uno le llena de satisfacción y le da sentido al trabajo que has hecho durante estos dos años en la ciudad» , resume Jordi, mientras repasa lo vivido en una etapa intensa y transformadora.  

Maite Fernandez

Jordi Juste, en COPE Cartagena

 Dos años que lo cambiaron todo  

Llegó a un equipo que entonces militaba en LEB Plata, con un objetivo claro: ascender. Lo logró en su primer año. Pero lejos de conformarse, la temporada siguiente no solo consiguió la permanencia holgada en LEB Oro, sino que metió al equipo en Copa, en playoff, y llevó al límite al Real Betis, que acabaría ascendiendo. Todo con un presupuesto modesto, en una de las categorías más exigentes de los últimos años.

«Sí, a nosotros a los protagonistas nos costará asimilarlo y le daremos muchísimo más valor a medida que pase el tiempo. Ojalá que no pasen tantos años entre el Proexinca y el Odilo y entre el Odilo y el próximo equipo que pueda conseguir algo similar o incluso mejor porque las bases están ahí y si se pueden aprovechar yo creo que puede ser una buena rampa para que el club siga creciendo». 

«Nos va a costar olvidar estas dos temporadas, especialmente esta última, cuando partíamos de un nivel inferior respecto a muchos competidores con presupuesto bajo, novatos en la categoría y quizá en una de las LEB ORO o Primera FEB  más competida de los últimos 15 años» , recuerda el entrenador sabiendo que su paso por Cartagena lo ha cambiado todo.

Pero si algo destaca por encima de los logros deportivos es el vínculo creado con la ciudad. 
“Lo más difícil no fue ganar partidos, fue construir una identidad. Un estilo que conectara con la gente”, explica. Y lo consiguió. Con intensidad, con ambición y con un baloncesto valiente que atrapó al público.   

Jordi Juste

Odilo Cartagena

Jordi Juste

 El momento que no olvidará  

Cuando se le pide que elija un instante, una imagen que se le quede grabada, no duda: 
“El triple de Alberto Martín y el ruido en el Palacio. Eso fue mágico. Eso va a permanecer en la memoria colectiva del club y en la mía personal”.

Ese día el baloncesto volvió a emocionar a Cartagena como hacía años no lo hacía. El equipo se fue ovacionado. Y eso, para un entrenador, vale más que cualquier marcador, aunque estos han sido también muy buenos.

El éxito no llegó por casualidad. Detrás hay un trabajo estructural profundo, casi invisible para muchos y muchas preocupaciones y esfuerzo.  «Ese ascenso en el primer año que sí que era objetivo porque la ambición que teníamos  tanto David Ayala como yo. Si te metías en esto no era para, bueno vamos a ver, vamos a ver si superamos esa primera ronda de playoff maldita, que en su día pues lo ha sufrido en un par de años. No. Cogimos el toro por los cuernos y la ambición fue máxima. Lo demostramos creo con la participación en Copa, con esa racha de victorias de 15-1 si no recuerdo mal  y luego pues la final contra Zamora con esa remontada».  

Jordi Juste en un tiempo muerto

Odilo Cartagena

Jordi Juste en un tiempo muerto

Deja mucho en el club y en la ciudad, pero le preguntamos qué se lleva como entrenador. “Seguro que mucho, porque la ambición que te comentaba antes de conseguir ese objetivo del ascenso requirió trabajar duramente ya no sólo en pista sino a nivel estructural como club en distintas áreas, directiva, secretaria técnica, staff, jugadores. Ese primer año fue intenso, fue duro, no fue fácil para poner esas bases que ahora todo el mundo ve y todo el mundo aprecia».

«Y bueno eso le da un valor y te ayuda a crecer como entrenador y como gestor del grupo. Ya no sólo el grupo humano, que es tu equipo en la cancha sino todo alrededor, directiva, director deportivo, agentes, incluso prensa. Yo creo que todo esto nos hace mejores y obviamente la segunda temporada recién ascendidos todos, club, entrenador, el aprendizaje que te da la categoría, los entrenadores rivales, los jugadores, la carrera de los jugadores que te has enfrentado, aprendes muchísimo de ellos»

«Y luego el esfuerzo de intentar ganar partidos, hay que intentar hacer cosas distintas porque con el talento que tienes te da para lo que te da y tienes que hacer cosas distintas para poder competir y bueno yo creo que el resultado ha sido muy positivo y ese trabajo se ha visto y estoy seguro, vamos, eso lo opinarán la gente de fuera pero yo me siento mejor entrenador ahora que cuando llegue».

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