el PP emula la Constitución de EEUU en su ponencia y reivindica el espíritu de la Transición

«Nosotros, los españoles…» El PP emula la Constitución de EEUU («We the people«) en el preámbulo de la ponencia política que debatirá en su Congreso Nacional del próximo mes de julio, en la que reivindica el espíritu de la Transición y actualiza los principios y valores del partido.

El documento arranca con una apelación al conjunto de los españoles y proclama: «Hemos venido a derribar el muro que han querido levantar para separarnos«.

El PP se define como «un partido de centro-reformista», capaz de aunar a las familias ideológicas del liberalismo, la democracia cristiana y el conservadurismo.

Y enumera entre sus valores la defensa de «la democracia liberal y la economía social de mercado», en una Europa fuerte y en una España unida y plural: una «nación de ciudadanos libres e iguales». 

La ponencia del PP reivindica la Transición, que culminó en la Constitución del 1978, no sólo como el momento fundacional de nuestra democracia.

También como «el mejor ejemplo del espíritu de reconciliación que nos permitió avanzar como país y un legado que debemos honrar».

La España del 78, señala el documento, es «la más libre y la más próspera» de nuestra historia, basada en tres pilares: «la monarquía parlamentaria, símbolo de la unidad y permanencia de España, la Constitución, que consagró la democracia y el Estado de derecho, y el Estado de las autonomías, que quiso articular la diversidad sin merma de la cohesión nacional».

Pero advierte de que ese proyecto nacional está amenazado por la «radicalización» del discurso de la izquierda, que utiliza la estrategia de la polarización y el enfrentamiento para cerrar la puerta a la alternancia política y consolidarse en el poder. 

La ponencia del PP señala que, «convencidos de su incapacidad para conformar una mayoría social en torno a su propio proyecto político, los actuales dirigentes socialistas vieron en las fuerzas independentistas su única oportunidad para acceder al Gobierno«.

Según los populares, las políticas de Memoria Democrática, impulsadas primero por Zapatero y luego por Pedro Sánchez, buscan deslegitimar el espíritu de reconciliación del 78 y recuperar la «retórica del enfrentamiento».

Para poder mantenerse en el poder, añade la ponencia, Sánchez ha puesto la gobernabilidad en manos de fuerzas que «trabajan abiertamente por la desintegración o que, incluso, han sido condenados por sedición».

Y el PP advierte de que el precio pagado por Sánchez para garantizarse el apoyo de los partidos independentistas resulta ya inasumible: los indultos a los condenados por el procés, la eliminación del delito de sedición, la rebaja de las penas del delito de malversación y la fragmentación de las políticas de inmigración y control de fronteras, enumera el documento. 

El balance de los siete años del Gobierno de Pedro Sánchez, añade la ponencia, es «un Estado de derecho más débil, unas instituciones cada día menos neutrales, la separación de poderes en entredicho, el principio de igualdad maltrecho y la quiebra de la solidaridad entre españoles».

«Esta combinación de degradación democrática, corrupción, polarización y pérdida de competitividad nos está conduciendo a la decadencia», resume el documento.

Por ello, el PP considera que las próximas elecciones generales no van a ser una cita más, sino «una
encrucijada que decidirá el futuro de España, el alcance de la solidaridad entre españoles, la calidad de nuestro sistema democrático y nuestra posición en el mundo». 

La ponencia política que el PP debatirá en su Congreso de julio está firmada por el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno; el de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco; la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, y la eurodiputada Alma Ezcurra.

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