La Asamblea general de las Naciones Unidas aprobó con contundente respaldo una resolución que reclama un cese inmediato, incondicional y permanente de las hostilidades en Gaza, además de garantizar el acceso a la ayuda humanitaria. Este pronunciamiento surge tras el veto de Estados Unidos a una iniciativa similar en el Consejo de Seguridad la semana anterior.
Con 193 países representados, la resolución también solicita la liberación de los rehenes capturados por Hamás en Gaza, el retorno de los terroristas palestinos encarcelados por Israel y la completa retirada de las fuerzas israelíes del territorio gazatí. El documento logró 149 votos a favor, 19 abstenciones y el rechazo de Estados Unidos, Israel y otros diez países.
En su contenido, la resolución “condena enérgicamente el uso de la inanición de civiles como método de guerra, así como la denegación ilegal del acceso humanitario y la privación de objetos esenciales para la supervivencia de los civiles, incluida la obstrucción deliberada del suministro y acceso a la asistencia humanitaria”.
Danny Danon, embajador de Israel ante la ONU, calificó la resolución como un “libelo de sangre” durante su intervención en la Asamblea general. Previamente, había exhortado a los países a no sumarse a lo que describió como una “farsa” que, según él, debilita las negociaciones para la liberación de los rehenes y omite condenar a Hamás.
“Hay que reconocer que al no condicionar un alto el fuego a la liberación de los rehenes, usted le dijo a todas las organizaciones terroristas que el secuestro de civiles funciona”, afirmó En el pasado, las exigencias de este organismo para detener la guerra entre Israel y el grupo terrorista palestino Hamás no han sido acatadas. A diferencia del Consejo de Seguridad, en la Asamblea general ningún país posee derecho a veto.