Irán, en respuesta al ataque durante la madrugada de este viernes por parte de Israel contra la República Islámica, ha lanzado una salva de al menos 100 drones kamikaze contra su archienemigo. Así lo han asegurado en un comunicado las Fuerzas Armadas iranís, donde han confirmado la muerte en Teherán —a causa del ataque israelí— del jefe del Estado mayor persa, Mohammad Baqerí.
En los bombardeos de la madrugada, en los que Israel también ha atacado la planta nuclear de Natanz —la mayor de Irán— han muerto también al menos seis científicos líderes del programa nuclear iraní, además de Huseín Salamí, el jefe de la Guardia Revolucionaria persa, el cuerpo de élite político-militar de la República Islámica.
El ataque iraní con drones contra Israel aún no ha alcanzado Tel Aviv y otras ciudades hebreas, pero la población de las grandes ciudades está siendo ya puesta en búnkeres antiaéreos, mientras Israel asegura estar preparando la interceptación de los aviones no tripulados.
«¡A la nación iraní! El régimen sionista ha realizado con su mano ensangrentada y maléfica un crimen en nuestro amado país, atacando zonas residenciales. Que esperen una respuesta dura y decisiva por nuestra parte», ha dicho en un mensaje este viernes por la mañana el líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jameneí, que ha asegurado que varios de los comandantes militares y científicos asesinados esta madrugada ya han sido sustituidos en sus posiciones.
«La mano dura de nuestras fuerzas armadas nunca soltará ya a Israel. Con este ataque, los sionistas han sellado un destino agrio y doloroso para sí mismos. Y nos aseguraremos que este destino es cumplido», ha continuado Jameneí.
Días de tensión
En los últimos días, la tensión en las capitales de Oriente Próximo era latente, sobre todo tras el anuncio, este miércoles, por parte de Estados Unidos de la retirada de gran parte de los trabajadores no esenciales de varias de sus embajadas en la región.
Ese anuncio fue visto como una herramienta de presión —o una amenaza velada— por parte de Washington contra Irán, con quien EEUU estaba negociando un nuevo posible acuerdo nuclear para evitar que Teherán desarrolle su propia bomba. El ataque de Israel y el asesinato, durante la madrugada de este viernes, de varios altos cargos de la República Islámica, amenaza con incendiar y terminar por completo con estas reuniones, la próxima de las cuales tenía que ocurrir este próximo domingo en Omán.
«Omán considera este acto una escalada peligrosa e imprudente, que representa una flagrante violación de la Carta de las Naciones Unidas y los principios del derecho internacional. Este comportamiento agresivo y persistente es inaceptable y desestabiliza aún más la paz y la seguridad regionales. Responsabilizamos a Israel de esta escalada y sus consecuencias, y exhortamos a la comunidad internacional a adoptar una postura firme e inequívoca para detener esta peligrosa conducta«, ha dicho el pequeño país del Golfo, que ha estado mediando hasta ahora entre Washington y Teherán, en un comunicado.
