La modificación menor del Plan General de Ordenación (PGO) para la Nueva Ciudad Alta contempla sustituir cinco manzanas de Las Torres total o parcialmente construidas. El documento borrador de la evaluación ambiental representa en su alternativa número dos -aquella por la que se decantan los técnicos de Urbanismo- convierte unas 127 viviendas de este barrio de Las Palmas de Gran Canaria en espacios libres. Este cambio de ordenación se ha encontrado con la total oposición de los vecinos, quienes solo en esta zona han presentado 296 alegaciones en contra.
Los cambios previstos para la Nueva Ciudad Alta tienen el objetivo de adaptar esta zona de la ciudad con nuevas zonas verdes, edificaciones y servicios públicos. El ámbito de acción va desde Siete Palmas hasta el Hospital Doctor Negrín. La principal novedad que introduce la alternativa por la que se decanta el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria plantea elevar las alturas de las edificaciones en los solares pendientes de construir, con torres de hasta 20 pisos en Los Tarahales y Las Torres.
En el caso de Las Torres, la modificación del plan afecta directamente a unos 900 residentes, según las asociaciones vecinales Tarja y Avetal, quienes se han manifestado ya en más de una ocasión en el último mes rechazando la aprobación del mismo tal y como está planteado actualmente. El presidente de esta última, Juan Angulo, afirma que «el Ayuntamiento ha escogido la peor de las opciones». La alcaldesa, en cambio, pidió tranquilidad este jueves -mientras estos se manifestaban frente a las Oficinas Municipales- e indicó que el plan estará sujeto a un proceso de participación ciudadana.
Las Torres Altas y Bajas
En Las Torres Altas, el borrador contempla convertir total o parcialmente cuatro manzanas del barrio hoy edificadas. Se trata de las viviendas situadas entre las calles Verol, Amapola, Berrazal y Orobal, con 17 casas de entre dos y tres plantas. A estas habría que añadir las que están entre Bambú y Junco y entre esta última y la plaza de la Ascensión; las que dan a Drago sí se mantendrían. Por último, quedarían afectadas también las cuatro casas en la manzana de la citada plaza -el resto se usa hoy de aparcamiento, aunque es edificable en el plan vigente-. También están incluidas ocho viviendas entre Amapola, Madreselva y Aguacate, junto al colegio.
En el caso de Las Torres Bajas, también se convertirían en espacio libre las dos manzanas -una de trás de otra- delimitadas por las calles Camelia, Mimosa, Violeta, Gardenia y Nardo. Entre ambas suman 50 edificaciones, al estar prácticamente todas las parcelas edificadas -salvo cuatro pequeños solares-. Se trata de edificaciones de entre una, dos y tres edificaciones. La mayoría son casas terreras autoconstrucción de los años 60, 70 y 80, además de alguna promoción más reciente -caso de un bloque de 2008 en la esquina de Gardenia con Mimosa-.
Incremento de la población
El aumento de estos espacios libres en Las Torres viene a compensar el previsible incremento de la población, que necesitaría un mayor número de zonas de esparcimiento; un crecimiento que estaría motivado por el aumento de la edificabilidad en las zonas hoy libres -y en otras zonas ya edificadas-. Es el caso de la manzana que da a Junco, Amapola y Berrazal, donde pasan de tres alturas permitidas a entre seis y diez.
El documento borrador señala que la alternativa dos es la que más se acerca a los objetivos del cambio planteado para el PGO. Es decir, ajuste a la normativa vigente, culminar el proceso urbanizador del borde la Ciudad Alta, reordenar las parcelas en función de las nuevas necesidades de desarrollo, reestructurar la trama urbana, integración y acondicionamiento del paisaje; y dinamización de los barrios con nuevos equipamientos de encuentro y capaces de generar tejido social y económico.
La alcaldesa junto a varios de los vecinos que se manifestaron este jueves. / LP/DLP
Otros cambios
Y es que el plan pone sobre la mesa, además de la modificación de estas manzanas en Las Torres, cambios como un centro de salud en este barrio -en una parcela calificada hoy como educativa-, zonas verdes o un centro cultural en la avenida Pintor Felo Monzón. También baraja nuevas calles peatonales; caso de la calle Mimosa en Las Torres, por lo que de suprimir las casas entre Camelia y Nardo resultaría un parque mayor juntando los espacios ya existintes al otro lado de la vía. En cualquier caso, Urbanismo deberá redactar ahora el plan y después habrá otro periodo de alegaciones.
El PP anunció este viernes que llevará al Pleno de junio la paralización del PGO -en enero, cuando se votó la aprobación de la evaluación medioambiental, se abstuvieron-. Su portavoz, Jimena Delgado, denunció «falta de transparencia» y resaltó que «la mayoría de estas viviendas están bien conservadas y forman parte del tejido social consolidado de Las Torres, por lo que estamos hablando de casas que son el hogar de familias trabajadoras, levantadas con el esfuerzo de décadas, y que ahora se ven amenazadas por una planificación impuesta y sin consenso».
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