Que València ha realizado en los últimos años un importante salto tanto en el diseño de su espacio urbano como en su implantación (ampliando la cantidad de espacio de uso prioritario o exclusivo para los peatones, así como el destinado a la circulación de vehículos sostenibles y de movilidad personal), es un hecho inequívoco. Sin embargo, como denuncian numerosas entidades vecinales y asociaciones que aglutinan a las personas con discapacidad física y problemas de movilidad, también lo es que, desde hace unos meses, tanto las condiciones de accesibilidad como las de seguridad vial en la ciudad se han ido deteriorando a pasos agigantados.
Asñi al menos lo piensa el grupo Compromís en el Ayuntamiento de València. ¿El motivo? «El incremento del incumplimiento por parte de vehículos motorizados de normas tan sencillas como la prohibición del estacionar en zonas señaladas en ese sentido (líneas amarillas o cebreados, pintados expresamente para impedir el estacionamiento por la gravedad que implica la falta de visibilidad que generan los vehículos estacionados o porque estos impiden las necesarias maniobras para garantizar la accesibilidad de terceros) o la de circular y estacionar sobre aceras, paradas de transporte público y señalización para invidentes, accediendo además por pasos de peatones. Y todo sin recibir ningún tipo de sanción por parte de los agentes de seguridad», explica la formación valencianista.
La propuesta
Por eso, trasladando tanto el malestar y la preocupación tanto de los vecinos como de los colectivos más damnificados por estos abusos, Compromís presentará en la próxima comisión de pleno correspondiente la firma de un ‘Pacto por la protección y mejora de la accesibilidad en el espacio público’. La justificación, según el concejal ponente, Giuseppe Grezzi, es sencilla: “Si la mayor parte de la ciudadanía en València cumple las ordenanzas y respeta al resto de vecinos, ¿cómo se justifica que no se sancione al reducido y recalcitrante número de infractores que deterioran, no solo el espacio público y la seguridad vial, sino también la convivencia entre vecinos? Es algo que no tiene sentido y no debe quedar al arbitrio del agente de turno o de su jefe. València, su gobierno, debe lanzar un mensaje inequívoco y unas órdenes claras contra los infractores, porque al final son cuatro los que están perjudicando a la mayoría”, resume Grezzi haciéndose eco, asegura, del sentir de todas las entidades con las que han trabajado y abogan por el pacto y su plan para hacerlo efectivo.
Y es que el pacto, exigen las entidades y traslada Compromís, no debe llegar solo, sino junto a un plan de acciones para hacerlo efectivo. “Las entidades lo tienen claro, tanto las vecinales que padecen los aparcamientos ilegales en sus zonas peatonales, como las de las personas con problemas de movilidad que sufren la imposibilidad de acceder a donde desean por los vehículos mal estacionados: esto no se puede quedar en una declaración de intenciones, Catalá debe poner a los agentes de seguridad a hacerlo efectivo de inmediato”, resume Grezzi.
Intervención de la Policía Local
Por eso la moción, además del pacto, propone un plan que vincule a la Policía Local a iniciar una labor continuada de control, sanción y retirada de motocicletas y vehículos motorizados estacionados en lugares no autorizados; y que actúe de forma inmediata también para velar por el respeto y el acceso adecuado a las zonas de aparcamiento reservadas a personas con discapacidad o diversidad funcional que presentan movilidad reducida. Del mismo modo, el Servicio de Movilidad también debería elaborar un censo del estado de mantenimiento de los carriles bici de la ciudad, así como de las aceras, pasos de peatones y demás espacios en la vía pública que necesiten de actuaciones para garantizar la accesibilidad e integridad de todas las personas, especialmente de las que tengan movilidad reducida.
A su vez, la moción insta también a convocar la Mesa de la Movilidad para continuar el trabajo participativo en el ámbito de la movilidad sostenible en nuestra ciudad, como elemento primordial en la prevención de problemas previsibles como consecuencia de las actuaciones municipales o agentes privados. “Durante dos legislaturas entidades vecinales y colectivos de personas con movilidad reducida o defensoras de la movilidad activa, así como sindicatos, y patronales del sector, tuvieron un espacio en el que decir la suya en todo lo relacionado con la movilidad en la ciudad y el avance fue notorio. Sin embargo, la nueva corporación reconvirtió la Mesa en un espacio vertical dirigido desde la concejalía y la aparcó. Pero las entidades echan de menos ser escuchadas, y abogan porque vuelva, y si es posible, de nuevo coordinada por una figura externa de reconocido prestigio como fueron Joan Olmos y Vicent Torres”, recuerda Grezzi.
“Es algo totalmente razonable, y está expuesto de manera amable, con la finalidad de que nadie tenga una excusa para no suscribirla”, dice el concejal responsable de la moción, que ya en su escrito acaba apuntando que lanza su propuesta “con el convencimiento de que todos los grupos políticos que forman parte del pleno municipal representamos a la gran mayoría de valencianos que cumplen las ordenanzas y respetan el espacio público y el derecho a una accesibilidad universal”. El próximo martes conoceremos el resultado.