Este es el hito en investigación que podría llevar a más mujeres astronautas al espacio (y no alterar su ciclo menstrual)

En lo que llevamos de 2025, se han realizado dos hitos siderales que han supuesto ‘un gran paso para la humanidad’ y algo histórico para las mujeres.

El pasado 14 de abril, surcó el espacio la primera tripulación exclusivamente femenina, formada por distinguidas personalidades como la cantante Katy Perry, la periodista Lauren Sánchez o la ingeniera aeroespacial Aisha Bowe.

Su vuelo apenas duró 11 minutos y su preparación fue relativamente sencilla y rápida. Sin embargo, para los viajes astrales, el acondicionamiento suele llevar años e implica, en la mayoría de los casos, que las mujeres los pasen con amenorrea.

La ausencia de menstruación es provocada artificialmente por la ingesta de la píldora de forma continuada o la implantación de anticonceptivos reversibles de acción prolongada como el DIU.

El no tener el periodo puede ocasionar problemas que van desde desajustes hormonales —con síntomas como sofocos, sequedad vaginal, osteoporosis y mayor riesgo de padecer trastornos cardiovasculares— hasta dificultades para quedarse embarazadas en el futuro.


Como explicaba un artículo realizado por Varsha Jain y Virginia Wotring, del Centro de Salud Espacial de Houston (EEUU), a menudo se requiere que las astronautas que se preparan para una salida a órbita pasen hasta 11 años con una amenorrea médicamente inducida.

PubMed.

Con este escenario, y a las pocas semanas de que las seis mujeres cruzaran la línea de Kármán —la frontera internacionalmente reconocida del espacio—, se produjo el segundo hito galáctico del año: la misión Hypatia II.

Durante dos semanas, ocho científicas y una experta en comunicación se embarcaron en la expedición a la Estación de Investigación del Desierto de Marte, que simula las características del ‘planeta rojo’ en Utah.

La misión ha conseguido identificar una serie de minerales y rocas que explican la historia geológica del lugar, muy similar a la de Marte. Hypatia II ha encontrado por primera vez en la zona un mineral muy rico en estroncio, que es un indicador de la presencia de agua abundante en forma líquida en el pasado.


La misión ha conseguido identificar una serie de minerales y rocas que explican la historia geológica del lugar, muy similar a la de Marte. Hypatia II ha encontrado por primera vez en la zona un mineral muy rico en estroncio, que es un indicador de la presencia de agua abundante en forma líquida en el pasado.

Hypatia II.

Lo que hace especial esta misión es que fue la primera en la que se utilizó la copa menstrual por parte de las astronautas en un entorno cósmico simulado.

Se hizo con el ánimo de visibilizar la posibilidad de que las mujeres participen en viajes astrales sin necesidad de perder su ciclo y de estudiar su uso como fertilizante natural de plantas.

Astrocup

Este hito ha sido posible gracias a la colaboración con el equipo de investigación portugués de AstroCup. El grupo, formado por dos científicas y cuatro ingenieros aeroespaciales, es pionero en probar la viabilidad de las copas menstruales en entornos espaciales.

La doctora Ligia F. Coelho, investigadora en AstroCup y en la Universidad de Cornell, explica que todo surgió en una reunión con una agencia espacial.

Allí, les dijeron que era «complicado enviar mujeres a las misiones porque incluir tampones y compresas aumentaba mucho la carga de la nave».

Lígia intervino y planteó la posibilidad de testar con copas menstruales. «¿Qué? ¿Copas menstruales? ¿Qué es eso?», le contestó uno de los responsables.

El equipo de AstroCup está formado por la Dra. Ligia F. Coelho, investigadora en la Universidad de Cornell; Catarina Miranda, científica y comunicadora científica para AstroCup y los ingenieros aeroespaciales Miguel Morgado, João Canas, Diogo Nunes y Catarina Pereira.


El equipo de AstroCup está formado por la Dra. Ligia F. Coelho, investigadora en la Universidad de Cornell; Catarina Miranda, científica y comunicadora científica para AstroCup y los ingenieros aeroespaciales Miguel Morgado, João Canas, Diogo Nunes y Catarina Pereira.

Cedida.

Con esta premisa, en 2021, los seis expertos decidieron unirse para trabajar con el propósito de avanzar en la inclusión y en la comodidad de las astronautas. Resaltan que a lo largo de toda su investigación no han encontrado rechazo, sino «sorpresa por no haber pensado antes en ello».

Hypatia II probó las copas en su reciente misión y todo fue muy bien, aunque el equipo portugués quiere ser cauto, y mantiene que aún es pronto para asegurar con total seguridad que son la mejor solución. «Son buenas, pero aún estamos analizando los datos«, apostilla Lígia.

Catarina Miranda, científica y comunicadora para AstroCup, señala que lo vital de este avance es que «da la opción de elegir a las mujeres, y añade alternativas para decidir con qué método están más cómodas«.

Desde la organización advierten que la esperanza que tiene la humanidad de colonizar por un periodo largo, o incluso indefinido, lugares como la Luna o Marte, sería inviable si todas las mujeres que viajaran tuvieran su ciclo menstrual suprimido.

Un poderoso fertilizante

Durante la misión, dos de las tripulantes de Hypatia II estaban con el periodo. Gracias a que ambas usaron copa menstrual, se pudo reutilizar su sangre como fertilizante natural de plantas.

La geóloga del grupo, Marina Martínez, detalla que diluyeron el flujo con agua y lo vertieron sobre un semillero de legumbres previamente germinadas en la estación.


Hypatia II reutilizó la sangre menstrual de dos astronautas como fertilizante natural para plantas

Los resultados preliminares del estudio mostraron que la mezcla las hizo brotar antes y con mayor cantidad de raíces que las que no habían sido fertilizadas. Aunque aclaran que este experimento continuará desarrollándose en la Tierra para obtener datos cuantificables.

Ricardo Díaz Martín, decano del Colegio de Químicos y la Asociación de Químicos e Ingenieros Químicos de Madrid, detalla: «La sangre menstrual puede usarse como abono orgánico natural, ya que sus componentes —nitrógeno, potasio y fósforo— son los básicos que tienen prácticamente la totalidad de abonos orgánicos naturales.

Eso sí, es necesario diluirla con agua y tener en cuenta que cada mujer presenta una composición menstrual diferente que habrá que estudiar en cada caso concreto».

Espacio femenino

De las casi 600 personas que han realizado viajes espaciales, tan solo 75 han sido mujeres, según la Agencia Espacial Europea. La primera en hacerlo fue la soviética Valentina Tereshkova en 1963, aunque dos años más tarde que un homólogo varón.

Lo que parecía el inicio de la andadura galáctica femenina, al tiempo se fue desvaneciendo. Los hombres seguían dando pasos siderales, mientras que ellas tuvieron que esperar 19 años para que esa hazaña se volviera a repetir, esa vez por parte de Svetlana Savitskaya.

La NASA no entró en la ecuación hasta 1983, cuando envió fuera de la Tierra a la tercera mujer, la estadounidense Sally Ride.

Para seis días de misión, se le proporcionó la ingente cantidad de 100 tampones y a su vuelta se tuvo que enfrentar a todo tipo de comentarios sexistas por parte de los medios.

«¿Lloraste cuando las cosas fueron mal?», o «¿querrás ser madre?», fueron algunas de las preguntas que recibió.

Sara García, la única astronauta española de la última promoción de la Agencia Espacial Europea.


Sara García, la única astronauta española de la última promoción de la Agencia Espacial Europea.

Sara Fernández.

En la década de los 80, con frecuencia, la valía femenina quedaba opacada. En el 2019, después de casi 30 años, aunque la sociedad hubiera avanzado, aún tenían lugar hechos que relegaban a la mujer a un segundo plano.

En marzo de ese año, estaba previsto un hito histórico: la primera caminata galáctica realizada íntegramente por mujeres, con las astronautas Anne McClain y Christina Koch. Sin embargo, la dupla tuvo que disolverse porque sólo había un traje espacial acorde a sus dimensiones.

En la actualidad, se han roto muchas barreras, pero todavía no las suficientes, ya que, de los 2.862 empleados de la Agencia Espacial Europea, 1.989 son hombres y 873 mujeres. No obstante, la última promoción de astronautas deja ver un rayo de luz.

El 75% de los 22.000 candidatos que se presentaron fueron hombres; y a pesar de ello, de los 17 elegidos, ocho fueron mujeres, destacando Sara García, la primera española.

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