Álvaro Morata concedió una entrevista en Movistar + para presentar un documental en el que visibiliza sus problemas de ansiedad y cómo superó una depresión que estuvo a punto de dejarle fuera de la pasada Eurocopa. Un documental que se titula ‘Álvaro Morata: No saben quién soy’. En la conversación, con Mónica Marchante y Carlos Martínez, el delantero del Galatasaray y de la selección comenzó hablando del fallo del penalti que le costó el título de la Nations League el pasado domingo en Múnich ante Portugal: «Estoy jodidísimo, cualquier otra cosa que diga es mentira. He fallado y ya está. Pero esta vez no pienso quedarme en la cama por una situación que es normal en la vida. Tengo las herramientas y las experiencias para pasarlo. Soy el primero al que fastidia que España no gane al no haber podido meter ese penalti. Estoy orgulloso de haberme caído y de pasar por esto. Ayer salí con mi mujer a sitios donde la gente me vio y es algo que en otro tiempo no habría salido de casa».
Medicado en la Eurocopa
Morata confesó su estado de ánimo tras todo lo pasado este domingo por ese error en la tanda de penaltis, por el que ha llegado a recibir amenazas de muerte en las redes sociales: «La vida es así. Tienes que levantarte. No quiero victimizarme. Es mi experiencia. Nadie te enseña a gestionar estas cosas cuando llegan de golpe. Hay mucha gente que opina de mí y no sabe quién soy. Es parte de mi trabajo. Lo que me gustaría que viera la gente joven es que he estado en algunos momentos siendo mi peor enemigo, sin creer en mí y con la autoestima muy baja. Pero he tenido suerte con entrenadores como Cholo o Luis que me han ayudado siempre».
El internacional español comentó durante la entrevista que «mi personalidad hace que esté pendiente de todos estén a gusto, me gusta que la gente que está cerca de mí esté a gusto y dé lo mejor de sí mismo. Era mi función en la Eurocopa». Y revela algún episodio que vivió con la medicación que tomaba durante la Eurocopa en la que también estaban presentes los compañeros: «Durante la Eurocopa he tenido que vivir situaciones solo y otras con el grupo. Una vez me quedé dormido tras tomarme la pastilla para descansar, porque estaba medicado, mientras jugaba a la consola con Grimaldo y Baena y se dieron cuenta que algo no andaba bien. Hubo gente que me ayudó mucho como Rodrigo, Carvajal, el doctor Celada, los fisios… Todos los que han estado cerca de mí me han entendido. Es importante que la gente sepa que no pasa nada por estar medicado. Soy fácil de pillar cuando me pasa algo. Se nota. Un día discutí con Rodri por una tontería de un partido pin-pon con todo el equipo delante y él se dio cuenta. Y habló conmigo y eso es lo que al final te marca más que ganar una Eurocopa».
Morata quiso disociar estos problemas de vulnerabilidad de su estatus como deportista de élite, aunque son muchos los deportistas que los sufren: «Esto no va relacionado tu estatus. Yo tengo un a mujer maravillosa, una familia, la casa que quiero, el coche… Los ataques de ansiedad los sufren 8 de cada 10 jóvenes y no pasa nada por decirlo. No pasa nada. Necesitas una persona que te ayude y te ofrezca herramientas para llevarlo. Es difícil ser un chico joven y decir ‘Me pasa esto y no sé cómo gestionarlo’. No eres un cobarde cuando te atreves a decirlo y tienes el coraje de afrontarlo».
El madrileño quiso poner como ejemplo la situación derivada del episodio del domingo en la final de la Nations: «Es como lo pasó el domingo. Me martirizo, lo paso fatal… Pero todo no es el fútbol. Había estudiado el penalti, dónde tirarlo, la carrera. Todo. Me tocaba tirar, afronté con decisión y estoy orgulloso de hacerlo. He fallado, como todos los que fallamos en la vida. Tenía claro dónde lo quería tirar. El míster me dijo que era el cuarto y lo asumí. Pensaba que lo iba a meter. Durante la Eurocopa me habría planteado lanzarlo, pero esta situación era del partido. Entré ocho minutos y pensaba que iba a marcar el gol de la victoria. Antes de la Eurocopa estaba encerrado en mi casa, metido en la cama o contando las horas para irme a ella». Morata habló de las redes sociales y el peligro que conllevan: «Ahora con Lamine, los chicos que tienen 14 o 15 años y están en un cadete ven a Lamine ser el mejor jugador del mundo con 17 y eso les puede frustrar. Hay mucha gente cuya felicidad depende de las redes sociales. Nadie te obliga a tenerlas, pero nadie te enseña a manejarlas. Debe haber unos límites».
Futuro en la selección
Sobre su futuro en la selección y su participación en el Mundial del verano que viene también se pronunció: «Necesito pensar sobre el futuro en la selección y que pase el tiempo. Por respeto a los aficionados, a mis compañeros y a Luis de la Fuente, que me ha dado la vida. Tengo que ver qué es bueno para la selección y luego para mí a nivel personal. Hay un equipazo con gente muy joven y hay una generación alucinante. Si estoy ahí disfrutaré con ellos y si no, seré el primero en estar animando. Igual estoy en el Mundial en el staff. Es que no sé que va a pasar».
Álvaro también puso en valor el apoyo de su mujer y de su familia: «En un momento dado fuimos dos críos orgullosos, teniendo cuatro hijos, sin saber afrontar una situación más de la vida. Mi mujer y mis hijos me animan a seguir peleando. Pero no es una cuestión de seguir peleando. Hay que analizar qué es bueno para la selección y qué es bueno para mí. Soy muy impulsivo y mi mujer me ayuda mucho en eso. El otro día hablo con ella después de fallar el penalti y me dijo que estuviese tranquilo. Es mi personalidad».
Morata quiso ver el vaso medio lleno, aunque su problema muchas veces le impida hacerlo: «No quiero que la gente pienso que hago esto por dar pena. Tengo gente maravillosa a mi alrededor que me sigue. Soy un afortunado que ha ganado casi todo lo que se puede ganar en el fútbol y ha jugado en muchos clubes y muchos países. Mis padres me lo dicen, que piense en los países que he visitado, los compañeros que he tenido, los estadios en que he jugado. En todos los clubes que he estado todo el mundo habla bien de mí y eso también es un éxito para mí». Y concluyó advirtiendo sus planes para las próximas semanas: «No pienso en mi futuro. Espero cerrar la herida del domingo y disfrutar de la familia y las vacaciones porque no ha sido la mejor temporada para mí. Y dejadme dar las gracias a todos los que siempre me han ayudado, que son muchos».