La expansión de la inteligencia artificial, con herramientas como ChatGPT, ha incrementado de manera considerable las estafas y robos de datos, tanto a clientes como a establecimientos turísticos, ha denunciado este jueves la directora global de seguridad de la plataforma Booking.com, la estadounidense Marnie Wilking, que ha señalado que mientras en 2023 la cifra de estos delitos en su empresa ascendió al millón y medio de casos, «la cifra se redujo a 250.000 en 2024, gracias, entre otras cosas, a las medidas adoptadas por la compañía para evitar el avance de estas actuaciones», ha subrayado Wilking. El aumento de este tipo de estafas empezó a detectarse en noviembre de 2022, «justo cuando ChatGPT salió al mercado», ha remarcado la directiva de Booking, y fue en ‘resorts’ de lujo de España y de Portugal donde primero se produjeron, «aunque luego se extendieron globalmente».
Los autores, ha indicado Wilking, que estos días ha participado en Barcelona en las jornadas PhocusWright Europe, siguen patrones similares en todo el mundo y en todos los ámbitos. «Antes que el sector turístico, los más vulnerables son la banca, el comercio digital o las administraciones públicas y sanitarias, que manejan muchos datos de los ciudadanos», ha agregado la experta. Según lo observado por su equipo, «la ciberdelincuencia empezó a fijarse más en el sector turístico a raíz del aumento de los viajes después de la pandemia«. En verano, ha admitido, como el número de operaciones se multiplica, también aumentan los delitos.
Según Wilking, una de las ‘suertes’ que tiene a su favor la empresa para impedir que los delincuentes sigan adelante es que estos «son muy perezosos, en cuanto topan con una barrera, abandonan y se van a otra cosa». Así, la experta recomienda a los clientes y a los establecimientos que se anuncian en la plataforma que utilicen la doble autenticación, mantengan las aplicaciones y sistemas operativos actualizados y sean desconfiados con las ofertas que son «demasiado buenas para ser ciertas».
La labor de la empresa, que refuerza la información a los usuarios con avisos tipo ‘banner’, llega hasta allí. A las víctimas, ha indicado Wilking, se les recomienda que contacten con sus bancos para reclamar la devolución del dinero estafado.
Redes con base en Rusia, Corea del Norte o China
Los errores humanos y la complejidad del sistema turístico, que tiene múltiples intermediarios, ha facilitado la propagación de las actuaciones criminales, impulsados por grupos organizados o por estados como Rusia, Corea del Norte o China. Según Wilking, los controles para bloquear las cuentas falsas y las estafas han logrado que el 99% de los anuncios falsos sean parados antes de que se publiquen. «Funcionan como un auténtico negocio, hasta el punto que cuando una estafa funciona, alguno de estos grupos criminales vende el procedimiento a otros delincuentes«, ha explicado.
Además de plataformas como Booking.com o Expedia, otro objetivo de los ciberdelincuentes son las compañías que dan servicio a varias empresas turísticas y que, una vez ‘hackeadas’, permiten tener acceso a todos los clientes. «Por eso es importante -ha destacado- que trabajemos todos al unísono, de manera colaborativa«, ha insistido Wilking. «En Booking tenemos un ejército formado por más de 500 personas, que analizan las reservas que se realizan en la plataforma en busca de posibles prácticas ilegales», ha agregado. A ellos, se ha unido en los últimos tiempos la inteligencia artificial, que, en este caso, se ha convertido en aliada.