Si la invasión de coches chinos sigue al ritmo actual, y Europa sigue ahogando a su industria automovilística, muchas marcas van a tener que buscar alternativas a su negociado actual. Algunas podrían tirar de nostalgia y volver a sus orígenes industriales. Otras, reactivar y reforzar esos negocios paralelos que llevan años funcionando en segundo plano. Porque, aunque hoy las conozcamos por sus coches, muchas nacieron haciendo molinillos, tractores o engranajes. Y unas cuantas, de hecho, siguen ganando dinero con actividades que nada tienen que ver con el motor.
Volkswagen confía en su salchicha currywurst
Salchichas Volkswagen currywurst / Volkswagen
En Wolfsburgo ya están preparados. Si todo va mal, siempre les quedará la salchicha. Como lo oyes, Volkswagen produce su propio currywurst desde hace décadas, con una fórmula secreta que consideran casi tan sagrada como el diseño del Golf. En 2024 fabricaron nada menos que 8,5 millones de unidades, una cifra que prácticamente duplica los 4,79 millones de coches que vendió la marca Volkswagen ese mismo año. Solo el grupo entero superó los nueve millones de unidades. Es decir: a nivel de volumen, la salchicha gana. En Alemania, el currywurst de VW es casi un producto nacional. Tiene incluso su propio número de referencia interna y se sirve en la cantina de la fábrica como si fuera un icono más de la marca.
Peugeot sigue dándole vueltas al molinillo

Molinillo de pimienta de Peugeot / Peugeot
Peugeot tiene fácil reciclarse. Antes de fabricar coches, ya era conocida por sus molinillos de pimienta, herramientas y bicicletas. Hoy siguen vendiendo molinillos de cocina de alta gama, especialmente en el segmento gourmet. Si el negocio del coche flaquea, no sería descabellado reforzar esa línea, con utensilios de cocina de diseño industrial y sello francés. Un regreso a sus orígenes.
Mercedes-Benz seguirá en pie en las pasarelas

Zapatillas AMG de Mercedes-Benz / Mercedes-Benz
La firma de la estrella ya ha puesto un pie en el diseño de lujo más allá del automóvil. Muebles, yates, ropa, accesorios… Si el coche deja de dar beneficios, siempre podrá sobrevivir como ‘Maison Mercedes’, entre desfiles, catálogos de diseño y apartamentos boutique con olor a cuero y madera de nogal.
BMW confía en su ‘diseño’
BMW tiene complicado lo de volver a construir aviones de forma propia, pero guarda un as bajo la manga, llamado Designworks, una filial que ya diseña trenes, aviones y productos de consumo para terceros. A eso sumamos sus extraordinarias motos, y la gama de bicis eléctricas, además de una línea lifestyle muy bien trabajada. El futuro podría pasar por convertirse en el Apple del diseño industrial europeo.
Fiat es totalmente multidiciplinar
El Grupo Fiat lo ha hecho todo: trenes, aviación, maquinaria, fundición, editorial… Incluso hoy, Stellantis mantiene filiales como Comau (robótica) o Teksid (fundición). Si los coches no funcionan, podrían volver a fabricar cualquier cosa que requiera acero, engranajes o tinta. Y sin perder ese toque turinés.
Ferrari es símbolo de diversión
Puede que Ferrari venda coches de millones, pero el 11% de sus ingresos ya vienen del merchandising, tiendas oficiales y parques temáticos. Ferrari World en Abu Dhabi y Ferrari Land en PortAventura podrían ser solo el principio de un imperio de entretenimiento. Si el motor falla, quizá tengamos pronto una cadena de hoteles con pista de karting integrada.
Lamborghini es un sello indestructible
La mitad del apellido Lamborghini sigue produciendo tractores. La otra mitad licencia el nombre en relojes, bebidas, mochilas, moda o incluso tecnología. Puede que los superdeportivos sean ‘insostenibles’ en el futuro, pero el sello Lamborghini no parece estar en peligro.
Maserati, Aston Martin, Lotus: lujo por otros medios
Estas tres firmas comparten algo: su potencial para sobrevivir como marcas de lujo diversificadas. Maserati explora la moda con Bulgari y personalización extrema. Aston Martin diseña edificios, lanchas y muebles. Lotus asesora a otras marcas, vendió bicicletas y ahora se mete en servicios digitales. Si no pueden vender deportivos, al menos podrán vestir nuestra casa.
Citroën domina el mercado ‘retro’

Coche de juguete retro de Citroën / Citroën
Citroën empezó fabricando engranajes. Luego se volvió pionera en marketing con juguetes y expediciones mediáticas. Hoy ha explotado ese legado con productos retro y licencias de moda. Si el futuro es incierto, siempre podrá convertirse en la «marca vintage» oficial de Europa.
Mini, Bentley, Rolls-Royce, Jaguar Land Rover: estilo ante todo
Mini se ha convertido en una marca lifestyle con ropa, bicis y colaboraciones urbanas. Bentley vende perfumes, whisky y móviles. Rolls-Royce podría abrir un taller de personalización para millonarios. Y Jaguar Land Rover ya ofrece restauración de clásicos y consultoría de ingeniería.
Las firmas japonesas ya estaban preparadas

Moto de la firma Honda / Honda
Si Europa se plantea su reconversión, Japón parece llevar años de ventaja. Algunas marcas niponas tienen ya negocios paralelos muy potentes:
- Toyota: casas prefabricadas, barcos, robots, biotecnología, servicios financieros y energía sostenible.
- Honda: motocicletas, aviación, generadores, cortacéspedes, robótica (ASIMO) y motores marinos.
- Nissan: baterías recicladas, servicios financieros y legado aeroespacial.
- Subaru: división aeroespacial, drones, partes de aviones y productos de consumo.
- Suzuki: motocicletas, motores marinos, maquinaria agrícola y telares.
- Mazda: origen en productos de corcho, hoy licencia su motor rotativo para generadores y drones.
- Mitsubishi: energía, banca, aviación, acero, defensa, alimentación… el megagrupo lo cubre todo.
El imperio de EE.UU
También las marcas americanas se han blindado frente a la dependencia del coche:
- General Motors: división de defensa, servicios financieros, software, coches autónomos.
- Ford: movilidad urbana, crédito, startups de aviación, cine y electrodomésticos.
- Tesla: baterías, paneles solares, aseguradora, supercargadores, merchandising extremo.
China no pone todos sus huevos en la misma cesta
Pese a que es China la que amenaza el mercado automovilístico global con su fugaz e imparable incursión, existe una amenaza interna que deriva precisamente de la feroz competencia que existe entre todas las marcas emergentes. Por ello cada empresa diversifica su negocio.

Instalaciones de BYD / BYD
- BYD: baterías, autobuses, monorraíles, mascarillas y electrónica.
- Geely: satélites, aviación urbana, smartphones y electrodomésticos.
- SAIC, Chery, Great Wall, BAIC, GAC, NIO, Xpeng, Li Auto: todos tienen negocios en energía, software, aviación, robótica, educación, moda o datos.
Aunque este artículo esté más basado en la distopía que en la realidad, sirve para mostrar una realidad incómoda: el modelo de negocio tradicional del automóvil se tambalea. Las marcas europeas, orgullosas de su legado, están viendo cómo otras regiones diversifican, invierten en tecnología y se blindan ante el futuro.
No se trata de cerrar fábricas de coches, pero quizá sí de recuperar el espíritu industrial que dio origen a muchas de estas marcas. Porque cuando se tiene historia, siempre hay algo a lo que aferrarse. Aunque sea a hacer salchichas.