Biotest ya es prácticamente propiedad casi absoluta de Grifols. La farmacéutica catalana ha anunciado este miércoles que ha completado la operación por la cual retira de bolsa esta empresa alemana especializada en hematología e inmunología clínica. Se trata, en palabras de su consejero delegado, Nacho Abia, un movimiento que se enmarca en un «plan estratégico» orientado a priorizar el «desapalancamiento» y la mejora del flujo de caja libre.
Así, Grifols ha aumentado su participación en el capital social de la compañía a algo más del 80% tras pagar 108 millones de euros por hacerse con unas 416.000 acciones ordinarias y 3 millones de acciones preferentes. En concreto, según consta en el documento remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la farmacéutica fundada por la familia Grifols obtiene el 99,25% de los derechos de voto y el 61% de las acciones preferentes.
Esta propiedad se gestionará a través de su filial Grifols Biotest Holdings GmBH, sociedad que, sobre papel, es quien se ha hecho con esta parte de la empresa que cotizaba en la bolsa de Frankfurt.
Grifols solicitó formalmente esta suerte de opa el pasado marzo, una operación entonces valorada en unos 350 millones de euros. Que haya acabado siendo por menos de la mitad, podría ser indicio de que la aceptación por parte de los inversores dueños de las acciones preferentes ha sido baja. En cualquier caso, la farmacéutica catalana ha logrado su objetivo.