La Policía de Israel confirmó que dos hombres murieron en hechos violentos, aparentemente no relacionados, durante la noche del martes. Estos crímenes se suman a una ola de violencia que ha dejado cinco víctimas fatales desde el inicio de la semana.
En la ciudad árabe de Tira, ubicada en el norte del país, un joven de aproximadamente 20 años, identificado por los medios como Yusri Dalauna, fue asesinado a tiros en una plaza céntrica. El ataque ocurrió en una concurrida calle, rodeada de transeúntes y vehículos. Un testigo relató al portal Ynet: “El asesinato sucedió frente a decenas de personas, incluidos niños. Un hombre armado persiguió a la víctima y le disparó”. Según el relato, Dalauna intentó refugiarse en comercios cercanos sin éxito y terminó abatido en la vía pública.
Las autoridades sospechan que el homicidio en Tira responde a un conflicto entre grupos criminales. El diario Haaretz reportó que este caso marca el noveno asesinato en la localidad desde enero. Imágenes captadas por un testigo, difundidas en redes sociales, muestran al atacante descendiendo de un vehículo blanco, persiguiendo a Dalauna y disparándole antes de huir en el mismo automóvil.
Un residente anónimo expresó su frustración al medio Walla: “Ya no soportamos más, vivimos con miedo todos los días. Cada día hay un nuevo asesinato en las calles y no hay soluciones. ¿Cuánto tiempo más el gobierno abandonará a la comunidad árabe?”.
En otro incidente, horas más tarde, un hombre de unos 30 años fue ultimado a balazos en Kafr Qara, al este de Cesarea. La policía también vincula este crimen a una disputa entre organizaciones delictivas.
Estos asesinatos se producen tras la muerte de tres personas en hechos violentos registrados la noche del domingo. Líderes comunitarios señalan a la policía como responsable por no actuar con firmeza contra las redes criminales y por ignorar la violencia en las comunidades árabes. Además, atribuyen el problema a años de discriminación y abandono por parte de las autoridades gubernamentales.
Haitam Taha, alcalde de Kfar Qasim, declaró a Ynet antes de los últimos crímenes: “Me siento impotente, al borde de rendirme. La comunidad árabe forma parte de este país, pero está claramente desatendida y abandonada”.
La organización The Abraham Initiatives reportó que, desde enero, se han registrado 108 homicidios en la comunidad árabe, un aumento frente a los 90 casos del mismo período en 2024.