Carlo Ancelotti respiró hondo tras su segundo partido al frente de Brasil. El triunfo por la mínima ante Paraguay (1-0), sumado al empate sin goles de su estreno ante Ecuador, clasifica a la ‘canarinha’ para el próximo Mundial 2026 y deja al italiano margen para trabajar en su nuevo proyecto, que no es otro que lograr que el gigante ‘verdeamarelho’ conquiste su sexta Copa del Mundo.
‘Carletto’ sabe que buena parte de su futuro pasa por deshacer la madeja en torno a Neymar Jr y por las botas de dos jugadores que conoce muy bien. Uno sigue a sus órdenes tras dejar el Real Madrid, Vinicius Jr; el otro lo ha sufrido, esta temporada, especialmente en los clásico frente al Barça: Rapinha. Por sus palabras, parece que el azulgrana tiene que ser un referente en su equipo.
Raphinha junto a Junior Alonso durante el Brasil-Paraguay clasificatorio para el MUndial 2026 / AP
La receta de Ancelotti
Así, Ancelotti celebró su 66 cumpleaños estrenándose como local ante los brasileños. La afición le dedicó un mosaico de bienvenida, y el técnico les devolvió una muestra de la que seguirá siendo su receta ganadora: juego al ataque y fe en las figuras del vestuario. «Es muy difícil en el fútbol que todo vaya bien y en estos 15 días todo ha ido bien», recordó, consciente de la presión que va a soportar en los próximos años. Y eso es también lo que va a pedir a sus jugadores; presión, pero también intensidad y entrega; precisamente lo que le faltó a su Real Madrid esta temporada.
«El fútbol moderno es intensidad con y sin balón. La presión es muy importante porque no permite al rival jugar como quiere. El problema es que para presionar hay que correr y sacrificarte, tener compromiso y actitud, cosa que el equipo lo ha hecho en estos dos partidos», remarcó Ancelotti, que anunciaba una fórmula que recordaba más al Barça de Hansi Flick, ganador del triplete doméstico, que a su último Real Madrid.
¿Un mensaje a navegantes?
Ancelotti concedió que Vinicius puede brillar con Brasil como lo hace con el Real Madrid «sin problemas», pero de Raphinha remarcó que combina «la calidad con un trabajo físico extraordinario» y por eso catalogó al futbolista del Barça como «un jugador espectacular».
Si los elogios a ‘Rapha’ se combinan con los piropos a un futbolista como Casemiro, al que calificó como un valor «muy seguro» Brasil por su «experiencia» y «liderazgo», se puede intuir la fórmula del éxito que Ancelotti quiere imponer en el equipo.
Un abrazo con Neymar
En cuanto al papel que puede tener Neymar Junior, lesionado en esta ocasión y del que se han devorado horas y horas de debate sobre su momento de forma y su futuro, Ancelotti tiró de diplomacia. «Neymar ha venido al hotel (de concentración), lo hemos saludado, le hemos dado un abrazo. ¿Dónde puede jugar? Neymar puede jugar en cualquier sitio del campo«, replicó.
Por ahora, Ancelotti piensa sacar partido de la agenda típica d eun seleccionador, ahora que deja la intensidad del calendario del fútbol de clubes. «Lo primero que haré es tomarme unas vacaciones, no me acuerdo de la última vez que tuve. Segundo, miraré el Mundial de Clubes; y tercero, tenemos una lista muy amplia de jugadores brasileños, en Brasil, Europa, Arabia… más o menos unos setenta, y los evaluaremos. Cualquiera de estos setenta puede llegar al Mundial», anunció.