El pasado 6 de marzo dieron comienzo las obras de remodelación del aparcamiento en la plaza de Santa Ana en Madrid. Una que relucía cipreses, ciruelos y castaños maduros con “gran porte y con muchos años” pero que, desde aquel día, ya no podrán ser vistos desde los aledaños de la plaza. Rita Maestre, portavoz de Más Madrid, comprobó “in situ” la “tala indiscriminada de más de 25 árboles” que aquella noche de marzo había sido ejecutada para, posteriormente, anunciar que acudirían al Defensor del Pueblo.
Bajo la dirección de Ángel Gabilondo, la institución ha reiterado su demanda de información al Ayuntamiento de Madrid respecto a la tala de árboles en el marco de proyectos urbanísticos, tras detectar inconsistencias entre las respuestas municipales y la realidad sobre el terreno.
El Defensor del Pueblo inició su investigación tras recibir una denuncia sobre la gestión del arbolado en una obra específica. En su momento, solicitó al Ayuntamiento detalles cruciales como el número exacto de árboles afectados y planeados para tala, las justificaciones de interés público que respaldaban estas acciones, y la evaluación de alternativas a la tala, incluyendo la viabilidad de trasplantar los ejemplares a otras ubicaciones.
La respuesta del área de Medio Ambiente del Ayuntamiento fue que «hasta que no se firme el contrato de concesión de servicios y se inicien las obras, no se evaluará la necesidad de tala de árboles».
Sin embargo, el Defensor del Pueblo ha verificado que, contrario a lo comunicado por el consistorio, el contrato de las obras ya había sido adjudicado, los trabajos ya estaban en curso y, de hecho, la tala de árboles ya se había llevado a cabo.
Ante esta situación, el Defensor del Pueblo ha vuelto a instar al Ayuntamiento a proporcionar toda la información pendiente y relevante sobre el proyecto definitivo de la intervención, incluyendo una copia del estudio actualizado y detallado del arbolado en el área de la obra, la justificación de la necesidad de la tala o el trasplante de los árboles el número y tipo de árboles que han sido talados o removidos y un plan de previsión para la plantación de nuevos ejemplares.
Indiferencia del Ayuntamiento de Madrid
La portavoz de Más Madrid en el Ayuntamiento, Rita Maestre, ha cargado duramente contra el equipo de gobierno municipal, acusándolos de comportarse como un «trilero» y de intentar entorpecer la investigación del Defensor del Pueblo en relación con la tala «innecesaria» de árboles en la plaza de Santa Ana.
Más Madrid presentó una queja formal cuando las obras en la plaza comenzaron «de la noche a la mañana», resultando en la eliminación de unos 25 ejemplares con décadas de vida. Esto ocurrió, según Maestre, a pesar de la existencia de informes internos que advertían que no se habían sopesado alternativas para evitar la tala.
La portavoz de Más Madrid criticó que el alcalde Almeida esté ahora diciendo al Defensor del Pueblo que no puede informar sobre el número de árboles que se van a talar hasta que comiencen las obras. Maestre enfatizó la contradicción: «presentamos la queja con las obras ya en marcha y 25 árboles ya arrancados». Esta situación, según ella, también contradice las declaraciones previas de la vicealcaldesa, quien había asegurado que solo se talarían cinco árboles.
Además, Maestre señaló que, con parte de la plaza ya descubierta, es evidente que muchos ejemplares «ni están ni se los espera». La portavoz de Más Madrid aprovechó para recordar que todas las administraciones públicas están obligadas por ley a colaborar con el Defensor del Pueblo
La desobediencia engreída del Ayuntamiento de Madrid rebosa cuando los intereses económicos se presentan, tratando de minusvalorar la importancia y defensa que vecinos, realmente concienciados con la ciudad, manifiestan ante el bienestar urbano.
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