14 alumnos-trabajadores intentan revitalizar el comercio de Menacho y Valdepasillas

Badajoz acoge una edición más del Proyecto Crisol, una iniciativa singular que fusiona formación, empleo y acción social para ofrecer una segunda oportunidad a quienes atraviesan momentos difíciles. Financiado por el Ministerio de Trabajo, el SEPE y el Ayuntamiento de Badajoz (a través de Servicios Sociales), Crisol contrata a los participantes como «alumnos trabajadores» durante seis meses. En esta ocasión, un grupo de 14 personas, todas ya con su certificado de profesionalidad en Actividades Auxiliares de Comercio en el bolsillo y buenas notas, se sumerge en la realidad económica de la ciudad. Su misión: dinamizar el maltrecho comercio de la zona centro y Valdepasillas mediante «unidades de obra» prácticas que beneficien directamente a la comunidad.

¿Cómo se materializa este apoyo? El equipo, liderado por el formador Luis Núñez, no se ha quedado en la teoría. Se han «embarrado» yendo puerta a puerta por los comercios, escuchando sus quejas y necesidades reales. Fruto de este diagnóstico de primera mano, están desarrollando tres acciones clave: la creación de vídeos promocionales (reels) para pequeños comercios, la producción de podcasts centrados en el sector, y la implementación de un «Mystery Shopper» para evaluar y sugerir mejoras. Encuentran un panorama desafiante: más de 200 locales vacíos en el casco antiguo, comerciantes «cansados» por la dura competencia de grandes superficies y el cambio de hábitos hacia el online, y problemas recurrentes como la falta de aparcamiento y accesos. Pese a la desesperanza de algunos, muchos otros acogen las iniciativas de Crisol con «cierta esperanza».

La experiencia transformadora la vive en primera persona Enrique Falcón, uno de los alumnos trabajadores, quien destaca la oportunidad de «tener un trabajo, recibir una gran formación y hacer un servicio a la comunidad«. El proyecto avanza ahora hacia especializaciones clave como escaparatismo y comercio electrónico, buscando ese equilibrio vital entre la tienda física de proximidad y la realidad digital. La visión, como apunta Núñez, es seguir ejemplos europeos donde coexisten ambos modelos. Como broche de su compromiso social, el grupo colabora con la asociación APRAM: están colocando cajas en comercios para recolectar ropa que APRAM transformará, demostrando que Crisol es mucho más que formación; es esperanza para personas, comercios y causas sociales en Badajoz.

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