La operación ha salido bien. La prestigiosa cirujana ha confirmado que, con tiempo y paciencia, los temblores de Evren desaparecerán. Ante la noticia, Bahar no ha podido ocultar su alegría porque después de tanto sufrimiento, por fin una buena noticia.
Pero la emoción ha durado poco. Bahar ha entrado a la habitación para ver a Evren. Al despertar, a pesar de estar muy débil, él ha querido sincerarse. “He estado muy callado. No puedo seguir así”, le ha dicho.
Bahar, desconcertada, le ha preguntado si tanto daño le hizo. Pero Evren no ha esquivado más la conversación. “Solo quiero librarte de la culpa. Te mentí. El análisis no era mío, usé la sangre de Cem. Tenías razón, siempre la tienes. Tomé demasiadas pastillas”, le ha dicho.
El mundo se ha detenido para Bahar. No podía creer lo que estaba escuchando. Había creído en él, lo había cuidado, defendido, acompañado… y ahora descubre que le ha mentido todo este tiempo.
Evren la ha mirado con los ojos llenos de culpa. Mientras ella seguía en shock, en su cabeza han resonado las palabras perfectas para definir este momento: “El universo siempre encuentra la manera de arruinarlo todo… dejando al portero con una sola pregunta en la cabeza: ¿Es posible remontar el partido?”.
