La activista sueca Greta Thunberg, de 22 años, afirmó que las fuerzas israelíes la secuestraron en aguas internacionales. Hizo estas declaraciones a los periodistas tras llegar al aeropuerto Charles de Gaulle en París, luego de su deportación desde Israel.
El incidente ocurrió el lunes por la mañana, cuando la marina israelí interceptó un barco en el que Thunberg y otros activistas propalestinos intentaban romper el bloqueo naval a Gaza. Las autoridades israelíes abordaron la embarcación, detuvieron a las 12 personas a bordo, incluida Thunberg, y frustraron su plan de navegar hacia el enclave costero.
Thunberg exigió la liberación inmediata de los otros activistas detenidos. Describió el episodio como “caótico e incierto” durante su detención, aunque subrayó que las condiciones que enfrentaron no se comparan “con lo que la gente está pasando en Palestina y especialmente en Gaza en este momento”.
La joven activista explicó que la misión tenía como propósito llegar a Gaza para distribuir ayuda humanitaria. “Éramos muy conscientes de los riesgos de esta misión”, afirmó Thunberg, y agregó que los activistas persistirán en sus esfuerzos por llevar asistencia al territorio palestino.
Por su parte, Israel minimizó la acción, calificándola como un “yate de selfies” en busca de atención mediática. Las autoridades israelíes aseguraron que la embarcación apenas transportaba ayuda humanitaria.