El cero energético que se registró ayer por la tarde en La Palma –el décimo gran apagón en las Islas desde 2005– ratifica la fragilidad de las infraestructuras eléctricas del Archipiélago. Un fallo en la central de Los Guinchos, ubicada en el municipio de Breña Alta y gestionada por Endesa, dejó a 50.289 palmeros sin luz durante tres horas. Es la segunda incidencia grave que se da en la isla bonita en el último mes. La anterior se produjo el 8 de mayo y afectó a 19.526 clientes de Los Llanos de Aridane, Breña Alta, El Paso, Tajaraste, Santa Cruz de La Palma, Puntagorda,San Andrés y Sauces y Garafía.
En menos de cinco semanas se han contabilizado más de cinco cortes de luz en distintos municipios palmeros, cortes que, por cierto, nada tienen que ver con el gran apagón que sufrió la mayor parte de España el pasado 28 de abril.
Esta nueva caída del sistema eléctrico pone en evidencia –una vez más– tanto la obsolescencia de las infraestructuras –no solo las de La Palma– como la urgencia del concurso ideado por el Gobierno de Canarias para parchear el sistema hasta que se sustituyan los equipamientos de manera definitiva en 2035. El llamado ‘concurso antiapagones’, que a través de los proyectos que presenten las empresas licitantes permitirá garantizar buena parte de los 250 megavatios en los que Red Eléctrica de España (REE) cuantificó en 2021 las necesidades más urgentes del sistema insular. En concreto de los subsistemas de Tenerife, Gran Canaria y Fuerteventura, las tres islas más expuestas, sobre el papel, al riesgo de ceros energéticos. Para hacerse una idea de la magnitud del problema basta con recordar que hay equipos e infraestructuras que debieron haberse sustituido hace 15 años.
Un sistema obsoleto
La caída del suministro eléctrico golpeó a todos los usuarios que están conectados a la red insular y se detectó a las 17:32 horas. Minutos después se activó el Plan Territorial de Emergencia de Protección Civil de la Comunidad Autónoma de Canarias (Plateca) en fase de alerta para chequear el estado de las comunicaciones telefónicas: algunos vecinos tuvieron problemas con las líneas y no pudieron contactar ni con el operador eléctrico, para saber el alcance de la avería, ni con los servicios de emergencias.
Conforme avanzó la tarde Endesa emitió pequeños comunicados para explicar la gravedad de lo sucedido y poner en conocimiento de sus clientes que se estaba trabajando a contrarreloj para restablecer el servicio en el menor tiempo posible. Así, se informó de la recuperación del 30% del servicio, del 70% y finalmente del cien por cien entorno a las 20:49 horas. Antes de las seis de la tarde, se dio una polémica por este fallo entre Endesa y Red Eléctrica, al comunicar la primera que se había producido una anomalía técnica en el generador de la subestación de Los Guinchos, una valoración que negó rápidamente la segunda argumentando que allí no estaba el origen del incidente sino en la central y, por lo tanto, que la única responsabilidad era de Endesa. El de ayer fue el octavo cero energético en las Islas desde 2009, el décimo desde 2005.
Esta nueva crisis energética se produce cinco días después de que el consejero de Transición Ecológica y Energía del Gobierno de Canarias, Mariano Zapata, advirtiera de que «no nos va a temblar el pulso a la hora de sancionar por los recientes apagones que han afectado a miles de ciudadanos palmeros». Entonces, el expresidente del Cabildo palmero dirigía claramente el tiro a Endesa.
El plan de emergencia articulado desde el Archipiélago para paliar el riesgo de ceros energéticos tiene una vigencia inicial de tres años. En ese tiempo el Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) abonará 350 millones de euros para la instalación y operatividad de las iniciativas aprobadas en el concurso.
Los más optimistas saben que para afrontar este ‘plan renove’ es necesaria una gran inyección estatal. Mientras tanto, Red Eléctrica ya le ha puesto una marca roja a tres islas que son deficitarias a la hora de generar electricidad: ahora mismo se necesitan con urgencia 120 megavatios en Gran Canaria, 80, en Tenerife, y 50, en Fuerteventura para no estar al filo de otro cero energético.
A lo que sí se ha comprometido Madrid es a abonar el coste de dos proyectos del ‘concurso antiapagones’. De momento hay ocho proyectos de urgencia que se financiarán con cargo a los fondos del concurso. Proyectos que van desde containers hasta incluso un barco que suministra potencia a la red desde el mar. Esta medida supondrá que las necesidades más urgentes en materia de generación señaladas por el operador del sistema [Red Eléctrica] van a quedar cubiertas en un 90%. n
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