El Gobierno tenía registros de «68 inundaciones históricas significativas» en el barranco del Poyo cuando descartó las obras

«La zona de estudio ha sufrido 68 inundaciones históricas significativas entre los años 1088 y 2017, con un notable aumento de frecuencia en los siglos XX y XXI. Destacar el episodio más reciente y destacable ocurrido como consecuencia de la dana de octubre de 2024″.

Con esta precisión describe el Ministerio para la Transición Ecológica los «antecedentes» de la cuenca del Poyo. Lo hace en un nuevo documento sobre el Proyecto de Vía Verde de Conexión del Barranco del Poyo con el nuevo cauce del río Turia, que es uno de los ocho recuperados.

Esta actuación concreta, que consiste en un gran desvío de agua desde el barranco del Poyo hasta el nuevo cauce del río Turia -antes de su paso por los municipios de Picanya y Paiporta-, ya aparece entre los «proyectos autorizados en redacción». Su presupuesto estimado es de 200 millones.

El proyecto, sin embargo, es muy similar al ideado por los ingenieros de Typsa en 2010, que obtuvo en 2011 la declaración de impacto ambiental positiva por parte de Teresa Ribera. Ella era entonces la secretaria de Estado de Cambio Climático de José Luis Rodríguez Zapatero.

Y se dio la paradoja de que, una década después, la propia Ribera, esta vez como ministra de Transición Ecológica, fue quien tumbó la iniciativa. Ella rubricó en 2021 la «paralización de proyectos y obras por falta de disponibilidad presupuestaria y problemas ambientales».

En concreto, según argumentó, la iniciativa resultaba incompatible con la Ley de la Huerta que impulsó Ximo Puig en 2018. Requería una actualización que ni siquiera llegó a proponerse.

Jamás hubo dinero del Estado para el proyecto de 240 millones ideado por los ingenieros de Typsa para evitar catástrofes como la que provocó la dana de octubre de 2024.

Y todo a pesar de que el estudio de los técnicos, tal y como ahora vuelve a subrayar el Gobierno de España al retomar el proyecto, reflejaba que «la zona de estudio ha sufrido 68 inundaciones históricas significativas entre los años 1088 y 2017″, el grueso, en el último siglo.

«Riesgo muy elevado»

«El régimen torrencial de lluvias que se produce en la cuenca del Poyo y el alto grado de urbanización de la cuenca hacen que el riesgo de inundaciones sea muy elevado«, advirtieron sin éxito los especialistas.

La nueva iniciativa es heredera de la descartada en 2021, tal y como reconoce el Gobierno.

«Se han estudiado tres alternativas a partir del proyecto constructivo de la “Vía Verde de conexión del barranco del Poyo con el nuevo cauce del río Turia y adecuación del Barranco del Poyo entre el acueducto Júcar-Turia y Paiporta«, expone.

En el mencionado estudio de coste beneficio de esta actuación «se concluye que la actuación propuesta es viable desde el punto de vista técnico, económico, social y ambiental, disponiendo en la actualidad de un proyecto redactado, considerándose precisa su actualización«.

Esta obra concreta, que es una de las ocho anunciadas el mes pasado por la nueva ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen, «tiene por objeto la realización de un nuevo cauce (vía verde) que conecte el barranco del Poyo con el nuevo cauce del río Turia».

«El punto de arranque de la vía verde proyectada se sitúa entre los municipios de Picanya y Paiporta», expone el documento.

Estado de un puente del barranco del Poyo tras la riada de octubre de 2024. Efe


Estado de un puente del barranco del Poyo tras la riada de octubre de 2024. Efe

El objetivo es «proteger las poblaciones por las que discurre el barranco del Poyo aguas abajo de Picanya hasta un nivel de protección de 500 años de período de retorno, derivando al Turia el exceso de caudal que no es capaz de admitir el encauzamiento del Poyo recientemente ejecutado aguas abajo de Paiporta».

Además otros objetivos del proyecto son, «por un lado, la adecuación del barranco del Poyo, mediante distintas actuaciones como son regularización de pendientes y secciones, protección de taludes, motas de protección y mejoras de capacidad hidráulica de infraestructuras».

Y, por otro, «la adecuación medioambiental e integración territorial del proyecto», agrega el Ejecutivo central.

A su vez, el Ministerio para la Transición Ecológica expone que la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) «está analizando una posible actuación en materia de protección de inundaciones en la confluencia del barranco del Poyo con el barranco del Cavalls que podría suponer una primera fase de actuación en el barranco del Poyo».

Concretamente, la actuación consistiría en «una ampliación del cauce actual del barranco, aumentando su capacidad de desagüe, garantizando la protección de las zonas agrícolas frente a la avenida de 25 años de periodo de retorno», agrega.

«Se proyectarán diferentes secciones trapeciales en distintos tramos del barranco», concluye.

El nuevo proyecto

Sara Aagesen anunció el pasado 29 de mayo en Valencia que el Ejecutivo prevé destinar 335 millones a «adaptar y ejecutar nuevas obras para mejorar la resiliencia frente a las inundaciones del territorio afectado por la dana, que prevén licitarse este año».

Se trata de un proyecto muy parecido al que la propia Administración central desechó antes de la catástrofe, tal y como subrayó EL ESPAÑOL. El objetivo es ahora el mismo que entonces: retener y encauzar el agua de inundaciones en la zona mediante desvíos y áreas de laminación.

Tanto es así que las obras anunciadas, aunque serán actualizadas para episodios de lluvias más violentos, se corresponden con las siete impulsadas en su día para la cuenca del Poyo, donde tuvo lugar el grueso de las 228 muertes de la dana del 29 de octubre de 2024.

Tras la tragedia, los impulsores del plan inicial subrayaron que, si bien el agua también se habría desbordado con su proyecto ejecutado, esta no habría causado una catástrofe del calibre de la del 29-O, al salvaguardar los núcleos urbanos: «Muchas vidas se habrían salvado».

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