El Conservatorio Superior de Música de Baleares viene arrastrando una situación de tensión interna que se ha acabado saldando con la dimisión de su director, Felipe Aguirre. El claustro y el comité de empresa hace tiempo que vienen reclamando a la dirección un sistema de gobierno más democrático y que su voz sea más escuchada durante el proceso de elección del equipo directivo.
Las tensiones y discrepancias vividas dentro de la institución académica han llevado a Aguirre a presentar su renuncia, una dimisión algo simbólica ya que de todas formas concluía su mandato esta semana, en la que se elegirá a su sucesor o sucesora.
Su nombramiento, en julio de 2024, ya generó malestar entre buena parte del claustro, que lo recibió como una imposición de la conselleria de Educación. La decisión de designar a un profesor asociado —una figura con contrato parcial— como director, cuando históricamente este cargo había sido reservado a docentes titulares con dedicación completa, fue interpretada como un cambio de criterio sin precedentes. Además, la falta de consulta al claustro contribuyó a aumentar el descontento entre el profesorado. Hasta entonces, existía un acuerdo informal entre el anterior conseller, Martí March, y el cuerpo docente del Conservatorio para que el nombramiento del director y su equipo se sometiera a votación entre todos los profesores. Aunque no estaba recogido en ningún documento oficial, este pacto no escrito permitía que el claustro participara activamente en la elección de la dirección del centro, favoreciendo un mayor consenso interno.
Con la llegada de Antoni Vera a la Conselleria, este procedimiento cambió. El patronato de la Fundación para los Estudios Superiores de Música i Arts Escèniques de Baleares (FESMAE nombró directamente al equipo sin pasar por la aprobación del claustro. El mandato de Aguirre, aprobado inicialmente por un año, pretendía ser una etapa de transición para redactar nuevos estatutos que definieran el procedimiento de elección de futuros equipos directivos, una cuestión que sigue generando expectación e inquietud entre el profesorado. Entre otras cosas, la Conselleria explicó que con el nuevo equipo se buscaba revertir la caída de matriculaciones, que desde 2021 habían pasadode 193 a 157.
Bajo la dirección de Aguirre, se pusieron en marcha diversas iniciativas como el programa «Excellentia», destinado a enriquecer la formación del alumnado mediante clases magistrales impartidas por artistas de prestigio internacional. También se impulsaron acciones de internacionalización y reorganización interna, con el objetivo de reforzar la estructura académica del centro.
Pese a estos avances, su nombramiento nunca dejó de estar rodeado de cierta controversia. Lo que en su momento generó inquietud no fue ni su nombre ni el de su equipo, sino la falta de un proceso democrático y transparente en su elección.
Según ha explicado a este diario Amadeu Corbera, miembro del comité de empresa, entre el profesorado genera muchas quejas que el claustro apenas tenga voz y hace tiempo que reclaman una gobernanza «lo más democrática y participativa posible». Aunque ahora mismo el reglamento fija que es la comisión delegada la que elige al director, el comité de empresa reclama, que si no se cambia el reglamento, al menos que haya «un proceso deliberativo» en el que el profesorado pueda formar parte. Actualmente trabajan en el Conservatorio Superior un centenar de personas.
Esta semana una comisión delegada del FESMAE (en la que participan tres representantes de Conselleria, tres docentes, un miembro de administración y servicios y un estudiante) decidirá quien pasa a dirigir esta institución dedicada al estudio y la difusión de la cultura musical. Hay dos candidatos, Albert Díez y Margalida Furió, personas que ya han ocupado cargos de gestión con anterioridad.
Educación destaca el momento de «consolidación institucional» del Conservatorio
La conselleria de Educación y Universidades ha señalado que la renuncia responde a motivos personales y se produce en un momento de «consolidación institucional». El conseller Antoni Vera ha querido expresar su agradecimiento a Garrido por su «dedicación, profesionalidad y sensibilidad artística». En un comunicado, Conselleria ha ennumerado una larga lista de logros conseguidos por Aguirre desde su nombramiento, como el proceso de internacionalización del Conservatorio a través de la firma de convenios interinstitucionales, o la incorporación nuevas estructuras internas de funcionamiento que han permitido optimizar los procesos académicos y de gestión. También ha sido clave, resalta la nota difundida desde el Govern, su implicación en proyectos destinados a garantizar un espacio físico adecuado a los estándares internacionales de la educación superior y a definir un marco institucional sólido y adaptado a los retos presentes y futuros. Este conjunto de acciones ha permitido, según Educación, «sentar las bases para proyectar de nuevo al Conservatorio como un referente pedagógico en el ámbito estatal y europeo, con el objetivo de consolidar una oferta educativa de la máxima calidad y excelencia».
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