La Audiencia de Alicante ha condenado a dos administrativas del centro de salud de Foietes de Benidorm por no avisar a ningún médico para que atendieran a una mujer que estaba sufriendo una parada cardiorrespiratoria. A pesar de que una familiar de la paciente entró para pedir ayuda, la única respuesta fue que llamara al 112 de Emergencias. La enferma murió días después mientras estaba hospitalizada por esta crisis. Las partes han negociado una conformidad y ambas acusadas se han declarado culpables evitando que se celebrara un juicio con jurado popular.
El fallo les impone una pena de multa de diez meses a razón de diez euros diarios por un delito de omisión del deber de socorro, en total 3.000 euros cada una. La sentencia acuerda el pago fraccionado de la sanción y establece un calendario de pagos. En el caso de que haya dos meses de impagos, se les requerirá el abono del total del dinero.
Los hechos ocurrieron sobre las once de la mañana del 19 de diciembre de 2018 cuando las acusadas se encontraban en el mostrador de atención al paciente del citado centro de salud, según relata la resolución. A las dependencias entró una mujer solicitando con urgencia ayuda médica para su cuñada que se había desvanecido a pocos metros del centro de salud y estaba tirada en el suelo en situación de parada cardiorrespiratoria.
«A pesar de la gravedad y urgencia de la situación, las acusadas se limitaron a manifestar que la mujer tenía que llamar al 112 y volvieron a su puesto de trabajo, sin dar ningún tipo de aviso a los médicos que estaban en las dependencias, ni activar ningún protocolo para auxiliar a la paciente» declara probado el fallo en un relato que ha sido aceptado por las acusadas. El citado centro no solo se encarga de la Atención Primaria, sino que también cuenta con un centro de especialidades.
La mujer falleció pocos días después en el Hospital de la Marina Baixa en La Vila Joiosa, el 24 de diciembre, como consecuencia de una crisis asmática que se inició el día del incidente y que fue el que le acabó provocando una parada cardiorrespiratoria. La familia recurrió a los tribunales por la atención médica que recibió la paciente, en una denuncia que ha llegado hasta la Audiencia Provincial para ser enjuiciadas por un jurado popular.
El juicio se ha cerrado con un acuerdo en la Audiencia Provincial entre la Fiscalía la acusación particular y las defensas. Ambas acusadas se han declarado culpables del delito de omisión del deber de socorro y ya han sido condenadas. El fallo ya es firme y contra el que no cabe recurso alguno. El acuerdo se cerró el pasado viernes y este lunes se ha dictado la resolución. Inicialmente, la acusación particular imputaba a ambas un delito de homicidio por imprudencia, un cargo que se ha quedado en la omisión del deber del socorro. Asimismo, la acusación se reserva para acudir a la vía civil para reclamar las posibles responsabilidades civiles que pudieran corresponderle a la Generalitat Valenciana, como responsable civil.
El acuerdo implica también la imposición de las costas del procedimiento a las dos acusadas.
Antecedentes del delito
La Ley del Jurado contempla que el delito de omisión del deber de socorro es competencia del jurado popular. Diversos juristas han defendido en los últimos años que este delito deje de estar en juicios con tribunales populares y pase a manos de tribunales profesionales. El motivo es que suele tratarse de delitos de escasa significación penal y con un alto coste para la administración. Asimismo suelen ser asuntos que revisten una cierta complejidad jurídica.
En Alicante no es la primera vez que personal de un centro sanitario acaba en el banquillo por este delito. En abril de 2000, dos celadores del Hospital General de Alicante fueron acusados de no haber auxiliado a un hombre que había sufrido un infarto a las puertas del centro sanitario. Sin embargo, ambos fueron absueltos en el juicio con jurado celebrado en 2004. En la vista se consideró probado que uno de ellos no llegó a intervenir y se le retiró la acusación; y en cuanto al segundo, se valoró que el celador sí que llamó a una ambulancia.
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