El Andorra está a solo dos partidos de lograr el ascenso a Segunda división después de superar con solvencia la eliminatoria ante la UD Ibiza. La Ponferradina será el último obstáculo para alcanzar el regreso al fútbol profesional.
Beto Company, técnico del equipo andorrano, se ha mostrado muy satisfecho de la respuesta de su equipo: «Teníamos que marcar, si no estábamos fuera. El gol nos ha impulsado emocionalmente. Hemos defendido el área como bestias, un aspecto en el que no habíamos sido especialmente fuertes a lo largo de la temporada».
El entrenador enfatizó la capacidad de sus jugadores para asumir riesgos en el contexto de una eliminatoria frente a un gran rival: «Si nuestro partido era tirar balones aéreos a los tres de arriba, estábamos muertos. Necesitábamos un punto más. Este plus nos lo han dado los jugadores de la línea trasera, que han podido descolgarse con buen ‘timing‘.
Company puso en valor también las intervenciones decisivas de Nico Ratti: «Tenemos un portero sencillamente espectacular, tanto a nivel deportivo como humano. Ha sido determinante y ha completado una temporada sensacional». También destacó el trabajo del polivalente Sergio Molina: «Ganamos recursos con un jugador capaz de rendir en varios roles«.
Con la Ponferradina en perspectiva, Company afronta el reto con prudencia y ambición: «Conocemos al rival, no hay factor sorpresa. Nos habría gustado el Antequera por ventaja en caso de empate, pero la Ponferradina es un gran rival. Será un placer recibirles».
Nico Ratti, por su parte, se erigió en baluarte de su equipo al detener un penalti que podría haber cambiado el rumbo del partido: «Sabíamos la dificultad de jugar en Ibiza, ante un gran equipo, hubo la jugada clave del penalti, donde estuve acertado, y luego ya no tuvieron más llegadas, después marcamos nosotros y hasta pudimos haber sacado más diferencia«.