El presidente Pedro Sánchez cumple hoy 40 días sin ofrecer ninguna rueda de prensa, lleva más de once meses sin conceder entrevistas a medios de comunicación españoles (la última fue el 1 de julio de 2024 en la Cadena Ser) y casi 15 meses sin someterse a la sesión de control al Gobierno en el Senado.
La última vez que Pedro Sánchez dio una rueda de prensa, el pasado 29 de abril, los españoles estaban conmocionados por el apagón que había dejado a todo el país sin luz e incomunicado durante cerca de 12 horas.
Desde aquel día, Sánchez no ha vuelto a responder a las preguntas de los periodistas, mientras se sucedían los escándalos.
Entre otros, el caos ferroviario, la publicación de los WhatsApp de Pedro Sánchez a Ábalos, el auto de la juez que envía al banquillo al hermano del presidente del Gobierno, la ponencia del TC que avala la amnistía, el bulo de la «bomba lapa» lanzado por varios ministros y las maniobras de la fontanera Leire Díez para desacreditar a los jueces, fiscales y mandos de la Guardia Civil que investigan la corrupción del PSOE.
En contra de la práctica habitual, Pedro Sánchez no compareció ante los periodistas el pasado 28 de mayo, tras reunirse en Bruselas con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Y al día siguiente, se limitó a pronunciar una declaración institucional, sin preguntas, tras recibir en la Moncloa al primer ministro de Eslovenia, Robert Golob.
Hizo lo mismo, esquivando a los periodistas, el pasado lunes, cuando viajó a Melilla para inaugurar un hospital que no entrará en servicio hasta 2026.
Hace ya más de once meses que Pedro Sánchez no concede entrevistas a ningún medio de comunicación español. La última vez lo hizo el 1 de julio de 2024 ante Àngels Barceló en el programa Hoy por hoy de la Cadena Ser.
Allí agradeció el apoyo de ERC y Junts para «frenar el avance de la ultraderecha«, desgranó sus planes para acabar con los «bulos» y mostró «absoluta tranquilidad y confianza» ante la causa que el juez Juan Carlos Peinado instruye contra su mujer, Begoña Gómez, por presunta corrupción.
Desde entonces, solo ha concedido entrevistas a medios de comunicación extranjeros.
Las dos últimas, el pasado 22 de enero, a sendos medios internacionales (la agencia Bloomberg y el canal de televisión CNBC) tras su intervención en el foro de Davos, donde propuso varias medidas para regular las redes sociales, como eliminar el anonimato y «abrir la caja negra de los algoritmos«.
El presidente Pedro Sánchez ha mantenido su silencio en España, incluso, mientras destacados medios internacionales se hacían eco de los últimos escándalos que han enturbiado la política nacional.
El británico The Telegraph atribuyó el apagón a un «experimento» que «salió mal» del Gobierno para llevar al límite la presencia de renovables en el mix energético.
El Ejecutivo respondió calificando de «delirio» esta tesis y la vicepresidenta María Jesús Montero acusó al diario británico de lanzar «bulos».
Por su parte, The Times se hizo eco el martes del escándalo de la fontanera Leire Díez y denunció que tres ministros (María Jesús Montero, Pilar Alegría y Óscar López) habían acusado falsamente al exagente de la UCO Juan Vicente Bonilla de planear «poner una bomba lapa en los bajos del coche» de Pedro Sánchez, tras lo cual se han negado a rectificar.
Hace ya casi 15 meses que Pedro Sánchez no se somete a la sesión de control al Gobierno en el Senado: la última vez fue el 12 de marzo de 2024.
Durante las últimas semanas, Sánchez ha intentado mostrarse ajeno a las polémicas domésticas.
Ha viajado a Albania, a Irak para asistir al pleno de la Liga Árabe (donde pidió a la ONU que endurezca su postura contra Israel) y a Turquía, donde se entrevistó con Erdogan y presidió una sesión de la Internacional Socialista.
Después pidió, en un encuentro con creadores artísticos sin preguntas de los periodistas, que Israel sea expulsado de Eurovisión.
El 26 de mayo, el día que estalló el escándalo de la fontanera Leire Díez, Pedro Sánchez visitó el Consejo General de Colegios de Ópticos para anunciar que el Gobierno subvencionará con 100 euros la compra de las gafas para los niños.
Desde entonces, el silencio del presidente Pedro Sánchez ha resultado aún más llamativo.
Sánchez intentó recuperar la iniciativa este viernes, presentando un plan para invertir 7.000 millones de euros en vivienda pública, durante la Conferencia de Presidentes autonómicos celebrada en Barcelona.
Pero la Cumbre se cerró sin acuerdos (todos los barones del PP exigieron elecciones anticipadas). Y tampoco sirvió para que el presidente del Gobierno se presente ante los periodistas y responda a las preguntas sobre los escándalos que salpican la política española.