Inauguración de Cevisama 2020: la principal feria para la cerámica de Castellón contó con la asistencia de la entonces ministra de Industria, Reyes Maroto, y una amplia representación institucional, encabezada por el president de la Generalitat, Ximo Puig. En ese momento, el asunto candente para el sector era la cogeneración. El virus aparecido en China hacía apenas unas semanas no estaba entre las preocupaciones en los pasillos de Feria Valencia.
La apertura de Cevisama 2025 fue distinta. No acudió ni el president de la Generalitat, Carlos Mazón; ni la consellera de Industria Marián Cano. Harían acto de presencia al día siguiente. La principal autoridad fue la secretaria de Estado de Industria, Rebeca Torró. Los dos ministros que sucedieron a Maroto, Héctor Gómez y Jordi Hereu, no aparecieron. La reducción en el número de participantes y en el interés institucional más allá de Castellón ha tenido como consecuencia la supresión de la cita de 2026, que quedará integrada como un añadido en la feria Hábitat, que se celebra en septiembre. De esta manera, el azulejo de Castellón pierde a su principal escaparate, y fía su fuerza internacional en una feria italiana, Cersaie, donde los productores italianos llevan la voz cantante.
El comunicado de los eufemismos
La bomba sobre Cevisama cayó el lunes, cuando se tomó la decisión en el comité organizador, del que forman parte las patronales de la cerámica (Ascer) y la maquinaria (Asebec), además de representantes de algunas empresas participantes. Pero la noticia no se conoció hasta el jueves, cuando lo adelantó Castellón al día.
Esa misma mañana, Feria Valencia dio a conocer las novedades en un comunicado —aseguran las fuentes que se retrasó tanto la novedad por la necesidad de consensuarlo por todas las partes— que no hablaba de desaparición, sino de «concentración de sus ferias de interiorismo», en un «evento ferial único en Europa«. Lo justificaban en la «situación del mercado y las necesidades asimétricas de las empresas del sector azulejero».
Unas fechas poco propicias
Unificar Hábitat con Cevisama puede ser una idea interesante, ya que este tipo de «propuestas complementarias son cada vez más frecuentes en el panorama ferial internacional», detalló Ascer. Desde hace tiempo, la cerámica combina la captación de distribuidores de materiales de construcción con contratistas, constructores, arquitectos o interioristas. Un público compartido con el del mueble o el textil de hogar.
El problema viene con las fechas: Hábitat se celebra a finales de septiembre, casi a la par que Cersaie. Empresas consultadas por Mediterráneo indican que es difícil poder compatibilizar la presencia en las dos ferias. Y casi todos tienen claro que donde hay que estar es en Cersaie, donde acuden visitantes de todo el mundo.
Hay otros sectores que muestran su escepticismo. La ubicación de Cevisama en febrero favorece a los hoteles y la restauración de Castelló y sus alrededores, en un momento de temporada baja. Según la patronal hotelera Hosbec, Castellón lideró la ocupación hotelera de la Comunitat en la segunda quincena de febrero, con un 85%. Nadie espera repetir el mismo efecto en un septiembre.
Los sectores que se quedan fuera de las novedades
Con este enfoque centrado en el hogar, hay componentes del clúster cerámico que se quedan fuera. El más relevante es la maquinaria. Una industria innovadora y reconocida en todo el mundo, pero que no tendrá una ventana para exponer sus novedades.
Antes de la pandemia se logró la creación de un pabellón tecnológico, que unificara esmaltes y maquinaria. Pero la ausencia de las firmas de esmaltes desde 2023 y la apuesta de Hábitat han truncado este objetivo.
La pregunta para el 2027
La idea de Cevisama Contract se desarrollará en 2026, pero la patronal apunta a que esta decisión puede revertirse. «El sector cerámico español sigue considerando importante contar con una gran cita de referencia en nuestro país, que aglutine en un mismo lugar y en un periodo corto de tiempo la mejor oferta sectorial para atraer la mayor afluencia de profesionales.»
«En este contexto, Ascer se ha puesto a disposición de Feria Valencia para colaborar activamente en la definición de nuevas propuestas alineadas con las tendencias actuales y para adaptar Cevisama a las nuevas realidades del mercado», expuso la patronal. Unas intenciones que el futuro dirá si se cumplen.
Las controversias
Son varias las causas que explican la situación, pero de lo que no cabe duda es que es mejor polemizar que plantear soluciones. Así se explica el enfrentamiento entre la secretaria de Estado de Industria y la conselleria sobre quién ha tenido la culpa. También las declaraciones contradictorias entre Ascer y el Consell.
La patronal afirma que la decisión ha sido de Feria Valencia, y que ellos han asentido como convidados de piedra en el comité organizador. En cambio, la conselleria pone en el centro de la medida a este comité. La conclusión sobre Cevisama es que entre todos la mataron y ella sola se murió.
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