Los Ángeles vivió este sábado su segunda jornada consecutiva de redadas para detener a inmigrantes en lugares de trabajo, unas acciones que se han topado con protestas ciudadanas en contra de los operativos y que han llevado al presidente de EEUU, Donald Trump, a desplegar a efectivos de la Guardia Nacional en la ciudad californiana.
Decenas de agentes con equipo táctico del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) allanaron el sábado por la mañana una empresa ubicada en la ciudad de Paramount, donde activistas denunciaron la detención de al menos 65 trabajadores, informa Efe.
Cientos de manifestantes se congregaron a las puertas de la empresa para bloquear la salida de los vehículos federales. Durante más de dos horas los agentes repelieron a los manifestantes con gases lacrimógenos y otras tácticas militares para poder sacar a los detenidos en más de dos docenas de camionetas de la CBP y sin distintivos federales.
Las consignas de «fuera ICE» se repitieron a lo largo de la jornada, que registró escenas más caóticas que las vividas el viernes, cuando se denunciaron más de siete redadas en lugares de trabajo.
Incomunicados
Por su parte, abogados y congresistas estadounidenses denunciaron que las autoridades les habrían negado el acceso al centro de detención de ICE de Los Ángeles para tratar de hablar con los inmigrantes. «Nos han dicho que por motivos de seguridad no nos dejan entrar», dijo a Efe el congresista Jimmy Gómez.
Manifestantes destrozan un poste de vigilancia policial durante las protestas por las detenciones en Paramount. / ALLISON DINNER / EFE
El representante en la Cámara por Los Ángeles aseguró haber recibido informes «muy inquietantes» sobre las condiciones que enfrentan los detenidos en su jurisdicción. «Hay denuncias de hacinamiento, que los detenidos han estado sin comida, sin agua, encerrados en salas sin acomodación durante más de 12 a 24 horas, en muchos casos a oscuras. Queremos comprobar que está pasando», insistió el legislador demócrata, que señaló que los detenidos no son delincuentes, como los ha querido dibujar el Ejecutivo estadounidense.
Los activistas también han denunciado las tácticas del ICE de redadas realizadas en fin de semana para desalentar la defensa de los inmigrantes, con lo que estarían allanado el camino para las deportaciones expeditas. «En Los Ángeles defendemos a nuestra comunidad a la hora que sea», afirmó Ron Góchez, director de Unión del Barrio, un colectivo que se ha dedicado a alertar sobre los operativos de ICE.
Por su parte Jorge Mario Cabrera, portavoz de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes de Los Ángeles (CHIRLA), cree que la Administración del presidente Donald Trump está usando estas redadas como «una cruel excusa» para bloquear la abogacía en contra de la propuesta de ley en el Senado estadounidenses que proveería miles de millones de dólares a las autoridades migratorias.
Reacción del Gobierno
La Casa Blanca se ha defendido de las acusaciones y ha responsabilizado de la situación a los líderes demócratas que gobiernan en Los Ángeles y California. La subsecretaria del Departamento de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin, acusó a los manifestantes de agredir a los agentes del ICE, pinchar neumáticos, y destruir propiedades federales con grafitis.
«La alcaldesa (Karen) Bass debe exigir el fin de esta violencia. La retórica violenta de los políticos ha ido demasiado lejos. Esta violencia contra el ICE debe cesar», esgrimió la funcionaria, que denunció que más de 1.000 manifestantes rodearon el edificio federal la noche del viernes.

Agentes federales detienen a un manifestante durante las protestas por las detenciones de inmigrantes, este sábado en Paramount. / ALLISON DINNER / EFE
Los activistas, por su parte, denuncian que los agentes federales llevan máscaras, armas, equipo táctico y vehículos militares cuando realizan los operativos, que califican de «asaltos» . «Ellos usan máscaras, no para protegerse, sino para ocultar su vergüenza. No se atreven a mostrar la cara porque saben que lo que hacen es fundamentalmente incorrecto. Están violando la decencia humana más básica», explicó Pablo Alvarado, codirector de la Red Nacional de Jornaleros.
La elevada tensión que se vive en las calles de Los Ángeles llevó al presidente Trump a ordenar la noche del sábado el despliegue de 2.000 agentes de la Guardia Naciona «para controlar la anarquía que dejaron que arraigara», dijo en un comunicado la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt. «La Administración Trump tiene una política de tolerancia cero con el comportamiento criminal y la violencia, en especial cuando la violencia se dirige contra oficiales de las fuerzas del orden que tratan de hacer su trabajo», agregó Leavitt.
Cuerpo militar
La Guardia Nacional es un cuerpo de reserva militar que es utilizada en situaciones de emergencia como desastres naturales, pero su despliegue no suele ser habitual en casos de protestas. En 2020, Trump ya utilizó este recurso durante los disturbios por la muerte de George Floyd a manos de la policía.
Mientras, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, amenazó con desplegar a soldados del Ejército de una base cercana. «Si la violencia continúa, los marines en servicio activo en Camp Pendleton también serán movilizados: están en alerta máxima.», declaró en redes sociales.
El gobernador de California, Gavin Newsom, mostró su rechazo a las medidas implementadas por el Gobierno federal. Es «intencionalmente provocador y solo aumentará las tensiones» dijo en X. «Estamos en estrecha coordinación con la ciudad y el condado».