El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha animado a todos los ciudadanos, al margen de ideologías, a participar el domingo en la protesta contra el Gobierno de Pedro Sánchez y emprender una «rebelión cívica» contra la demolición «premeditada» del Estado de derecho, avisando de que la democracia no se defiende sola.
En una tribuna publicada en El Mundo, Feijóo insiste en que cada uno es responsable de prender la llama «de la rebelión cívica contra tanta degeneración, mentira y división», subrayando que «ante la mafia, la mentira y el abuso, siempre democracia».
A veinticuatro horas de la concentración convocada por el PP el domingo en la Plaza de España bajo el lema «mafia o democracia», el presidente popular subraya que ser ciudadano «no equivale a quedarse sentado y esperar que otros hagan valer nuestros derechos», sino que implica defenderlos cuando están en juego. «Y hoy lo están y hoy se trata no de elegir un partido sino se trata de «elegir democracia» (…) porque España no puede normalizar la extorsión, la persecución ni las amenazas a quienes estorban a un Gobierno».
Nunca antes en democracia -subraya- se había visto al poder «desatenderse de cualquier límite ético y constitucional» y se refiere así a que los escándalos de corrupción «cercan» al Gobierno: al propio presidente, a su entorno personal más inmediato y a su partido (…). «Todos están inmersos en una trama cada vez más sórdida».
Además, afirma que a esto se suma la «búsqueda de impunidad» de los responsables a costa de principios democráticos básicos como la separación de poderes y cita como ejemplos el indulto de «corruptos», la amnistía de «golpistas», las amenazas a jueces o que «se conspira» contra policías y guardias civiles, aparte de que «colonizan las instituciones». «Nada de esto es normal ni casual: estamos ante una demolición premeditada del Estado de derecho», recalca Feijóo.
Por todo ello, alienta a todos esos españoles «libres, honestos, justos, cumplidores a que sean militantes de la libertad, la decencia y la democracia» y el domingo no se queden en casa. Se trata, a su juicio, de elegir la democracia ante la arbitrariedad, los privilegios a afines y socios, para recuperar todas las instituciones «carcomidas por el poder y el clientelismo».