Segunda jornada de declaraciones en el procedimiento contra el capellán Marcelino de A., profesor del colegio Highlands El Encinar acusado de agredir sexualmente a varias niñas de entre 6 y 7 años desde principios de este curso. Las familias que tenían que testificar, como sucedió en la primera jornada, esquivaron a los medios al evitar el acceso por Plaza de Castilla.
Durante la mañana declararon otras dos niñas de 6 años en la misma Cámara Gesell en la que lo hicieron sus compañeras de clase el pasado lunes: una habitación aislada, fuera de la sala de vistas, donde fueron atendidas por una psicóloga especialista que contaba previamente con las preguntas a formular.
También declararon tres de los progenitores de las menores: dos madres y un padre. Según ha podido saber El Periódico de Catalunya, una de ellas ha testificado que M.G., una profesora del centro que a su vez es madre de cinco alumnos, le había revelado durante una conversación que «ella a sus hijos no les dejaba acercarse a Marcelino».
Juan Ignacio Fabra-Fuster, abogado de dos de las niñas, en el juzgado de Plaza Castilla / DLF
Grupo Cero
Sostienen los padres de este modo que el colegio era plenamente consciente de lo que estaba sucediendo con aquel religioso, pero que no estuvieron nunca dispuestos a esclarecer los hechos. «A mí no me sorprendió la detención de Marcelino», reconoció una de las madres, confirmando que las sospechas de comportamiento abusivo por parte del docente eran un secreto a voces entre los padres, y que se hizo saber por varios canales a la escuela.
Los padres afectados solicitaron una reunión de urgencia con el centro educativo. Un encuentro al que llamaron ‘Grupo Cero’ y que solamente se vio una vez. En el encuentro, los padres habrían pedido explicaciones y soluciones al ya dimitido director Jesús María Delgado, pero que a cambio se encontraron con un intento de tapar lo sucedido. Les dijeron que lo importante era respetar la presunción de inocencia de Marcelino y les ofrecieron los servicios de una psicóloga escogida por el centro.
Los padres declarantes han coincidido en que sus hijas manifestaron durante el curso los mismos síntomas que las niñas que declararon el lunes: dolores de cabeza, apatía, malestar, picores e irritaciones «totalmente ilógicas». En vistas del extraño bajón anímico de su hija, una madre solicitó una tutoría con Miss Madeleine, una de las profesoras. Le explicó lo mal que veía a su hija y la docente le aseguró que no, que era una de las niñas más alegres de la clase.

Marcelino de A., en uno de los actos festivos del centro educativo / Cedida
Las secuelas
Las secuelas que pudieran quedar a las menores víctimas tras estos abusos sexuales es una de las grandes preocupaciones de los padres. Una de las madres ha testificado ante el juez que su hija declaró en sede policial que «tengo unos monstruitos en la cabeza que no me dejan ser feliz».
El caso sigue en fase de instrucción. El próximo 17 de junio tendrán que prestar declaración el exdirector del centro, Jesús María Delgado y dos profesoras, Miss Madeleine y Miss Maria Eugenia. La actual directora, Marilú Álvarez, ha comunicado a este diario que desvincula al centro de una supuesta fiesta de despedida con regalos incluidos que se estaría organizando para Delgado.
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