La militante socialista Leire Díez, de baja provisional en el PSOE, ha presentado en la tarde de este jueves una denuncia ante la Policía Nacional como víctima de un centenar de amenazas de muerte. Esas amenazas han ido llegando a su móvil a lo largo de las 24 horas siguientes a su sonada comparecencia pública en un hotel de Madrid, que acabó con un abrupto enfrentamiento con el comisionista de la trama Koldo, Víctor de Aldama.
La alta tensión que está rodeando el caso se ha materializado en denuncia. Leire Díez ha acudido mediada la tarde de este jueves a la comisaría de la Policía Nacional en el distrito Ibiza-Retiro de Madrid, no lejos del hotel donde este miércoles hizo su declaración pública. A la comisaría no ha ido sola: iba con ella el empresario Javier Pérez Dolset, el mismo que se sentó junto a ella en la reunión que trascendió el pasado 26 de mayo, en la que Dïez pedía al empresario Alejandro Hamlyn información lesiva contra el teniente coronel de la UCO de la Guardia Civil Antonio Balas, y el mismo que este miércoles se encaró con Aldama cuando éste se aproximaba agresivamente a la mujer.
Díez y Dolset han entrado en la sala de espera de la comisaría, y han permanecido un rato con el resto de público que iba a hacer trámites, hasta que, tras comprobarse quiénes habían entrado se ha montado revuelo entre los agentes y han agilizado la atención.
Micro abierto
Ante instructores de la Policía que han abierto un expediente, la exdirectora de relaciones institucionales de Correos y ex jefa de prensa de la firma pública Enusa ha relatado que tras su sonada aparición pública se le ha empezado a llenar uno de sus móviles de amenazas de muerte, que ha contado en más de un centenar. A la Policía le ha dejado la socialista una copia de las amenazas más destacadas. Las fuentes consultadas por este diario no confirman que la Policía haya recabado más información, ni dan detalles del tenor de esas amenazas.
Leire Díez no reparó en la presencia del micrófono abierto de una cadena de televisión cuando, en el encuentro con los medios de este miércoles, se puso a dictar su teléfono a otra persona presente en el acto. Su número se retransmitió en directo. Eso, confirman las fuentes consultadas, ha facilitado decisivamente el aluvión de amenazas que ahora ha denunciado.
Una vez cursada esta denuncia, la Policía Nacional, y por ende Interior, tendrán que tomar una decisión sobre la seguridad de Leire Díez, previo estudio del caso. Entre las posibles respuestas está desde un control de seguridad periódico de menor nivel hasta dedicar efectivos de la Brigada Central de Escoltas, unidad principalmente dedicada a la custodia de altas personalidades, pero también a ciudadanos particulares en casos especiales.
Entre las decisiones en que puede desembocar el caso está la posibilidad de que Interior autorice a Leire Díez la compañía de un escolta privado armado. Javier Pérez Dolset lleva seguridad personal privada consigo desde hace doce años, también previa autorización de Interior.
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