La Operación Telaraña ha sido un brillante éxito de los servicios de inteligencia de Ucrania, capaces de propinar un sorprendente golpe a la aviación estratégica rusa y de evidenciar la vulnerabilidad de Moscú pese a esconder sus bombarderos con capacidad nuclear a miles de kilómetros de la línea del frente. ¿Pero cuál ha sido la verdadera magnitud del ataque? ¿Cuántas aeronaves de las fuerzas aéreas de Vladímir Putin ha logrado destruir Kiev?
El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) publicó este miércoles nuevas imágenes del ataque conducido con 117 drones controlados por operadores humanos y en algunos casos guiados hasta su objetivo con inteligencia artificial. Según los cálculos de la agencia de inteligencia, 41 aviones rusos fueron alcanzados, incluidos bombarderos portadores de misiles Tu-95 y Tu-22M y aviones de alerta temprana y control aerotransportados A-50.
El presidente Volodímir Zelenski indicó en una rueda de prensa en Kiev también el miércoles, tras condecorar a varios agentes que participaron en la operación, preparada a lo largo de 18 meses, que la mitad de los 41 aeroplanos rusos sufrieron daños irreparables. Unas cifras repetidas por el Ejército Mayor ucraniano. Sin embargo, el SBU informó en un primer momento de la destrucción de «al menos 13» de ellos.
Bombarderos Tu-92 destruidos en la base rusa de Belaya.
Reuters / Maxar Technologies
Otro Tu-92 completamente destruido en la base de Belaya.
Reuters / Maxar Technologies
El vídeo de casi cinco minutos del SBU recoge imágenes editadas obtenidas por los drones durante los ataques a las bases de Belaya, Olenya, Diáguilevo e Ivánovo. Los aparatos no tripulados se dirigen hacia los aviones rusos, en algunos casos protegidos con neumáticos y equipados con misiles de crucero, y la señal se corta en el momento en el que supuestamente detona su carga explosiva. En las grabaciones aparecen varios bombarderos devorados por las llamas.
Las imágenes satelitales publicadas este miércoles por dos empresas estadounidenses (Maxar Technologies y Planet Labs PBC) permiten arrojar luz sobre la dimensión real de las pérdidas rusas. Claramente se puede apreciar cómo en la base de Belaya, en Siberia, quedaron reducidos a cenizas tres Tu-95 y cuatro Tu-22. En el aeródromo de Olenya, en Múrmansk, solo quedan los restos calcinados sobre la pista de otros tres Tu-95.
СБУ показала унікальні кадри спецоперації «Павутина», у результаті якої уражено 41 військовий літак стратегічної авіації рф
➡️ https://t.co/OSxqEsI9CD pic.twitter.com/aGSZNEsoX3
— СБ України (@ServiceSsu) June 4, 2025
En el vídeo compartido por el Servicio de Seguridad ucraniano se puede ver cómo en la base de Ivánovo varios drones se posan sobre las antenas de dos A-50, aviones espía de los que solo existen un puñado en la Fuerza Aérea rusa. No obstante, los analistas militares no han podido confirmar los daños provocados. Kiev también ha reivindicado impactos sobre otros bombarderos estratégicos como el modelo Tu-160 y aviones militares de transporte A-12 y Il-78.
Las imágenes satelitales reveladas hasta ahora van en consonancia con las valoraciones emitidas desde Estados Unidos, cuyas agencias no estaban informadas de antemano de la operación. Dos oficiales de inteligencia citados por la agencia Reuters han asegurado que Ucrania logró alcanzar con sus drones una veintena de aviones rusos como máximo, destruyendo en torno a una decena.
Tres bombarderos Tu-95 destruidos en la base de Olenya.
Reuters / Maxar Technologies
Independientemente de las cifras, el golpe para Moscú y Putin es incuestionable. Algunos de los aviones militares destruidos forman parte de la tríada nuclear de Rusia —están capacitados para portar cabezas nucleares—, pero también pueden transportar y disparar misiles de crucero empleados desde febrero de 2022 para atacar objetivos en Ucrania. Su producción se interrumpió tras la caída de la Unión Soviética y costará mucho repararlos, a pesar de que Rusia ha prometido que lo hará.
El Ministerio de Defensa de Rusia confirmó el mismo domingo los ataques rusos sobre las bases de Belaya y Olenya, que calificó de «ataques terroristas», pero afirmó que habían sido repelidos en otros tres aeródromos militares en las regiones de Ivánovo, Riazán y Amur. Putin, según aseguró el miércoles Donald Trump tras mantener una conversación telefónica con el presidente ruso, está dispuesto a tomar represalias contra Ucrania para atenuar el vergonzante episodio.