Wynna Zady es una joven que pasó por el sistema de justicia juvenil. Ahora es graduada en Derecho. En un acto del Colegio de la Abogacía de Madrid (Icam) expuso que llegó a cometer 25 delitos. Incluso agredió a su familia. «Si se hubiera intervenido antes conmigo, no habría llegado tan lejos», afirmó. Por eso, y porque piensa que «un error no define tu destino», defiende la importancia de la justicia restaurativa.
«Su intervención comenzó con una frase lapidaria: ‘Yo no nací delincuente’. Eso no significa que la sociedad le haya convertido en una. Pero el punto de partida es que ninguno nacemos siéndolo. Las circunstancias en las que cada persona vive, y las decisiones que se toman, porque hay que poner el énfasis en la responsabilidad de cada uno, es lo que les llevan a delinquir», expone la magistrada Eva Saavedra, titular en Madrid. Ella es una de las tres magistradas especializadas en menores que participaron en el acto del Icam.
Explica a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA que la jurisdicción de menores, el sistema jurídico especializado dentro del ámbito penal para juzgar infracciones cometidas por personas menores de edad (entre 14 y 17 años), y que lleva más de dos décadas en vigor, ha demostrado que tiene un nivel de reinserción muy alto: casi el 90% de jóvenes a los que se les aplican las medidas no vuelven a delinquir.
No reducir la edad penal
«Lo que nos pone de manifiesto ese dato es que un adecuado tratamiento del menor conlleva la no reincidencia y a la reinserción en la sociedad como un adulto con capacidad de ganarse la vida y actuar dentro de la legalidad. Si ese tratamiento está dando resultado, quizá la reflexión no es que debamos bajar la edad penal para que dejen de delinquir: se trata de dar un tratamiento adecuado desde la primera infancia para que el delito no llegue nunca a producirse», expone.
¿Cómo se consigue esto? Según la magistrada, con una adecuada actuación con el menor desde que el niño nace en una familia, va a la escuela infantil, al colegio y al instituto. Se relaciona con los demás y comienza a tener experiencias e información que, junto a su personalidad, le hacen tomar decisiones.
«La reflexión es: ¿cuáles son las circunstancias en las estas personas menores de edad han delinquido y cuáles no? Si analizamos todo esto, nos damos cuenta de que hay ciertos factores que son de riesgo. Actuar sobre ellos es clave».
Entre los factores que cita están la falta de atención emocional, la falta de atención efectiva y continuada por parte de la familia, la detección precoz por parte de los centros de educación, y la exposición descontrolada que tienen los menores a las redes sociales y a internet. «Es ahí donde tenemos que poner el énfasis para actuar cuanto antes y que el delito no llegue a producirse«, añade.
Más delitos de índole sexual
Sin embargo, recuerda que a veces el profesorado puede estar desbordado para formar a los menores en ámbitos digitales.
Y son los delitos de índole sexual relacionados con las nuevas tecnologías los que más están creciendo. «Es de unas dimensiones escalofriantes», añade. La Fiscalía General del Estado ya ha expresado su preocupación por el aumento de la criminalidad vinculada a menores de edad, especialmente en lo que respecta a delitos sexuales.
En su memoria de 2023, se expuso que si bien ese año se produjo un descenso de los actos delictivos cometidos por menores de edad, la criminalidad aumentó entre los menores de 14 años. Hubo un «importante repunte» —del 45,4% respecto a 2022— en el número de diligencias que se archivaron por ser los menores de esa edad inimputables por ley. Crecieron los casos de delitos más graves, como el acoso escolar, contra la libertad sexual, la violencia intrafamiliar y los cometidos en redes sociales.
Este incremento se atribuye, en parte, al uso indebido de las nuevas tecnologías, como el acceso a contenidos pornográficos violentos desde edades tempranas, que puede influir en la normalización de comportamientos sexuales agresivos entre los jóvenes. Abordar esto, según las expertas, es mucho más importante y eficaz que el debate de rebajar la edad penal a los 12 años como ha propuesto más de una vez Vox.
Concepción Rodríguez, también jueza en Madrid, recordó en el acto del Icam, titulado ¿Bajamos la edad penal o subimos la responsabilidad social?, que España ya se sitúa en los estándares europeos en cuanto a edad de responsabilidad penal. Bajarla, dijo, «no tiene sentido».