El rescate de Velintonia, donde Aleixandre escribía en la cama y Lorca bailaba como una cupletista

Se alza silente y algo maltrecha en el número 3 de lo que en su día era la calle Velintonia y en 1977, a raíz de que se le concediera el premio Nobel, el Ayuntamiento de Madrid rebautizó, a pesar suyo, como Vicente Aleixandre. Allí llegó, como él mismo decía, «siendo poeta inédito», en 1927, y allí vivió hasta su muerte, en 1984, salvo los años de la Guerra Civil, cuando se mudó a casa de sus tíos, en la calle del Españoleto, y los periodos estivales, en que se trasladaba a Miraflores de la Sierra. Allí escribió, echado en la cama como solía, la mayor parte de sus poemarios. Y allí recibió a algunos de los mayores poetas en español del siglo XX, de Lorca a Neruda, de Miguel Hernández a Carlos Bousoño, de Luis Cernuda a Pere Gimferrer.

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