Esta semana se cumplen dos años desde que los castellonenses decidieron que nuestra ciudad necesitaba un cambio real, profundo y urgente tras ocho años de gobiernos de regresión que dejaron una ciudad paralizada y sin rumbo. Los ciudadanos apostaron por una alternativa valiente a través de un gobierno de derechas en el que Vox entró con cuatro concejales que no vinimos a hacer carrera política, sino a servir y a trabajar sin descanso. Entramos en política por convicción. Porque amamos esta ciudad. Porque sabíamos que Castellón estaba siendo maltratada. Y porque teníamos claro que Vox era la única alternativa ante las políticas de izquierdas. Hoy, dos años después, podemos decir que nuestra ciudad ha cambiado.
Pese a las trabas impuestas por el Gobierno de Sánchez, Castellón es una ciudad más segura, con menos impuestos, más limpia, con más dinamismo económico, y donde nuestras tradiciones y el turismo han vuelto a cobrar vida. No es casualidad. Es el resultado de una forma de gobernar que pone a los castellonenses por delante de cualquier ideología y que es altamente eficaz a la hora de mejorar la vida de la gente, que es para lo que está la política.
Este es el modelo de Vox allí donde gobierna: sentido común, trabajo, y lealtad a los vecinos. No estamos aquí por intereses personales, sino para garantizar que vivir en Castellón sea mejor cada día. Queda mucho por hacer y nos gustaría llegar más lejos en algunas cosas, pero el camino está marcado y vamos a seguir. Gracias a los que confiasteis en nosotros y podéis estar tranquilos porque Vox ha llegado para quedarse y seguir creciendo con más fuerza.
Portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Castellón