Reino Unido se alinea con Rabat y respalda su plan para el Sáhara Occidental a cambio de contratos del Mundial 2030

El Gobierno británico ha roto con décadas de neutralidad sobre el conflicto del Sáhara Occidental al respaldar oficialmente el plan de autonomía de Marruecos, que propone mantener la soberanía marroquí sobre el territorio a cambio de cierta autonomía local para el pueblo saharaui.

El anuncio, hecho por el ministro de Exteriores David Lammy durante una visita oficial a Rabat, supone un significativo cambio de postura por parte de Londres y se enmarca en una nueva estrategia para asegurar contratos de infraestructura de cara al Mundial de fútbol de 2030.

“El plan marroquí es la base más creíble, viable y pragmática para una resolución duradera del conflicto”, declaró Lammy, tal como adelantó la BBC.

La visita culminó con la firma de un acuerdo que refuerza la colaboración bilateral en proyectos clave para la cita futbolística, que Marruecos organizará junto a España y Portugal.

Londres espera que las empresas británicas se sitúen “en primera fila” para obtener contratos en sectores como el sanitario y el de transporte, incluyendo la modernización del aeropuerto de Casablanca.

Fuentes diplomáticas británicas han confirmado que el apoyo a Marruecos forma parte de un paquete más amplio de cooperación que también incluye acceso preferente a licitaciones públicas marroquíes y colaboración en sectores estratégicos como energías renovables y digitalización de servicios públicos.

Desde Londres subrayan que esta nueva relación no solo responde a intereses comerciales, sino también a la voluntad de estabilizar una región clave en el norte de África, en un momento en que la influencia rusa y china está en expansión en el continente.

El cambio de postura ha sido recibido con escepticismo en Argelia, principal valedora del Frente Polisario, que defiende la independencia del Sáhara Occidental.

Las autoridades argelinas lamentaron la decisión del Reino Unido y recordaron que el plan marroquí, presentado hace 18 años, nunca ha sido sometido a consulta entre los saharauis.

El Sáhara Occidental es un antiguo territorio colonial español y uno de los conflictos congelados más longevos de África.

Aunque Marruecos controla la mayor parte del territorio -unos 260.000 km²-, una franja sigue bajo dominio del Frente Polisario, que lucha por la autodeterminación del pueblo saharaui.

Mientras que la ONU considera el territorio como “no autónomo”, la Unión Africana lo reconoce como una república independiente.

La decisión británica se suma a la adoptada en los últimos años por países como EEUU, España, Francia, Alemania y los Países Bajos, que también han mostrado respaldo explícito al plan de autonomía marroquí.

No obstante, diplomáticos británicos aseguraron que el apoyo está condicionado a que Marruecos actualice su propuesta, retome las negociaciones y mantenga el compromiso con el principio de autodeterminación.

El comunicado conjunto firmado en Rabat subrayó el respeto de ambas partes al principio de “no uso de la fuerza” y a la “autodeterminación”.

Hasta ahora, Londres había evitado posicionarse sobre el estatus definitivo del Sáhara, limitándose a defender el derecho de los saharauis a decidir su futuro.

El ministro marroquí de Exteriores, Nasser Bourita, celebró el respaldo británico como “un momento histórico” y un punto de inflexión en los 800 años de relaciones diplomáticas entre ambos países.

Aunque el conflicto vivió cruentos enfrentamientos durante las décadas de 1970 y 1980, los sucesivos ceses al fuego impulsados por la ONU desde los años 90 no han derivado en una solución definitiva.

La promesa de un referéndum de autodeterminación, promovido por Naciones Unidas desde 1991, continúa sin concretarse.

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