Es una de las mayores operaciones —sino la mayor— contra el tráfico de droga ejecutada en Canarias en los últimos años. El grupo de Policía Judicial de la Policía Nacional y la Brigada Central de Estupefacientes (Udyco), bajo la dirección del Juzgado Central de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional y la Fiscalía Especial Antidroga, ha detenido a al menos cuarenta personas y desarticulado un entramado criminal dedicado al narcotráfico entre Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura. La operación Sombra Negra —que así se ha denominado— continúa abierta y no se descarta que el número de arrestos aumente.
La investigación contra la organización asentada en Canarias comenzó hace meses. Tras semanas de seguimientos y vigilancias, fue ayer cuando de manera simultánea y coordinada —para que ningún chivatazo pudiera frustrar el operativo— los agentes realizaron docenas de registros en viviendas y locales en Las Palmas de Gran Canaria y del sur —entre otros, en Castillo del Romeral, Juan Grande y Maspalomas (en San Bartolomé de Tirajana)—, en Arrecife (en el barrio de Los Pitufos, Altavista) y en Puerto del Rosario.
En las entradas y registros, efectuadas bajo un gran despliegue policial con agentes llegados desde Madrid, cuarenta personas fueron detenidas acusadas de presuntos delitos de pertenencia a organización criminal, tráfico de drogas y blanqueo de capitales. No se descarta que la lista de arrestados crezca, habida cuenta de la importancia del caso, así como tampoco la implicación de los acusados en otros hechos delictivos graves.
En los inmuebles, los agentes incautaron estupefacientes, dinero, dispositivos electrónicos y documentación relativa al entramado criminal con infraestructura en Canarias. Este seguía férreas normas para poder operar en el territorio, evitar que los descubrieran y dificultar la labor policial. También estaban organizados y tenían diferentes roles e importancia en la red: desde los cabecillas hasta los receptadores, distribuidores y los camellos.
La operación Sombra Negra —un nombre vinculado a los grupos militares que perseguían a las maras en El Salvador— continúa abierta y bajo secreto de sumario, por lo que no ha trascendido la cantidad ni tipos de drogas decomisados, así como tampoco el dinero en efectivo intervenido procedente, presuntamente, de las actividades ilícitas de la trama.
Este es el segundo golpe policial que se asesta a una red de tráfico de drogas con actividad en las islas orientales en medio año. En octubre, las autoridades detuvieron a nueve integrantes de una banda de origen nigeriano que traficaban con cocaína y heroína también entre Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura.
Los traficantes se aprovechaban de mulas, personas que se tragaban las sustancias en pequeños paquetes y la transportaban en su organismo para burlar los controles policiales. También usaban dobles fondos en las maletas. Seis de los nueve integrantes ingresaron en prisión.
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