Brañosera, un pequeño pueblo enclavado en plena Montaña Palentina, ha vuelto a situarse en el mapa de la historia con motivo de una efeméride que lo conecta directamente con los orígenes del municipalismo en España. En el marco de los actos del X aniversario de la Proclamación de Su Majestad el Rey, Don Felipe VI y Doña Letizia visitan este martes la localidad palentina para conmemorar los 1.200 años del Fuero de Brañosera, considerado la primera carta puebla de la Península Ibérica.
Fue un 13 de octubre del año 824 cuando el conde Munio Núñez y su esposa, la condesa Argilo, otorgaron un fuero a los pobladores de Brañosera. Este documento jurídico otorgaba privilegios como el uso comunal de montes y pastos, la exención de ciertas obligaciones feudales y el derecho a organizarse como comunidad libre. Por ello, Brañosera no es solo el pueblo más antiguo documentado en España, sino también el primer municipio con entidad jurídica reconocida, según destaca el propio Congreso de los Diputados, que ya en 2018 reconoció oficialmente esta condición.
Insignia del pueblo. Branosera, provincia de Palencia
La presencia de los Reyes en este simbólico enclave pone el broche institucional a una serie de actos organizados por la Junta de Castilla y León, la Diputación de Palencia y el Ayuntamiento de Brañosera, con el objetivo de reivindicar el valor de lo local y el papel histórico del municipalismo en la configuración de España. Durante la jornada, Don Felipe y Doña Letizia presidirán un acto oficial que pondrá en valor la vigencia del fuero como símbolo de autogobierno, cohesión territorial y prestación equitativa de servicios, conceptos fundamentales en el sistema democrático actual.
El símbolo fundacional del municipalismo
Aunque existen otros núcleos urbanos más antiguos en términos de poblamiento, Brañosera representa la primera manifestación de un municipio entendido como entidad jurídica con capacidad de autogestión. Situado en el corazón del Parque Natural de Fuente Cobre, donde nace el río Pisuerga, el pueblo conserva su encanto medieval con calles empedradas, casas de piedra y madera, y templos románicos como la iglesia de Santa Eulalia o la de San Miguel.
El valor del Fuero de Brañosera no reside solo en su antigüedad, sino en su carácter profundamente transformador. En un momento histórico dominado por estructuras feudales, este documento permitió crear una comunidad libre con capacidad para gestionar sus recursos, tomar decisiones colectivas y consolidarse como modelo de organización para futuras repoblaciones durante la Reconquista. Por ello, Brañosera ha sido reconocida como cuna del municipalismo no solo en España, sino en toda Europa occidental.
El aniversario ha sido motivo de múltiples actos culturales e institucionales. Entre ellos, destaca la creación del «Bosque de los Municipios», un proyecto simbólico en el que se han plantado 8.132 árboles, uno por cada municipio español, para reflejar la diversidad y unidad del país. También se han celebrado hermanamientos internacionales con localidades como Salorino (Cáceres) o La Maná (Ecuador), además de un congreso en Palencia donde historiadores y juristas han analizado el impacto del fuero en la evolución del derecho local.

Calle. Branoseera, provincia de Palencia
Brañosera, hoy habitado por unas 250 personas, se reivindica como un referente de las raíces democráticas del Estado. Su fuero es testimonio de una visión avanzada para su época, en la que el poder se descentralizaba y se depositaba, en parte, en manos del pueblo. En un mundo cada vez más global, la historia de Brañosera nos recuerda la importancia de lo cercano, de las instituciones locales y del papel que cada comunidad ha tenido —y sigue teniendo— en la construcción de España.