Duro Felguera ha pedido a la banca y a sus proveedores comerciales una quita del 98% de la deuda mientras busca evitar el concurso de acreedores (el plazo legal vence el 12 de junio), según informa ‘El Economista’ este martes.
Además, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) se niega a capitalizar la mayor parte del préstamo de 120 millones de euros que concedió a la ingeniería asturiana durante la pandemia.
Al mismo tiempo, la compañía intenta que el juez vuelve a alargar el plazo del preconcurso, que se abrió el 11 de diciembre y fue prorrogado el 11 de marzo por tres meses más. Sin embargo, la postura del juzgado es reacia, debido a la falta de avances.
Duro Felguera necesita una inyección de capital de unos 35 o 40 millones de euros, pero ni la SEPI ni los accionistas mexicanos que ya han invertido ( Prodi y Mota-Engil México) se muestran dispuestos a meter más dinero.
En este escenario, la situación financiera de la firma asturiana es muy complicada, y los propios trabajadores han pedido a la empresa más claridad sobre su futuro.